LA HORA DE LOS BOLCHEVIQUES: DOCUMENTOS DEL GOBIERNO CANADIENSE SOBRE LA LIBERACIÓN DE TROTSKY

Publicado el 7 de diciembre de 2021, 20:06

Obviamente Coulter sabe – o sugiere que sabe – una gran cantidad de cosas sobre Aleinikoff y Wolf. Su carta fue, en efecto, una referencia a la honorabilidad de ambos y apuntó a la raíz del problema de la internación: Londres. Gwatkin era bien conocido en Londres y, de hecho, se hallaba en Canadá en calidad de préstamo por parte del War Office londinense. {[17]}

Posteriormente, Aleinikoff le envía una carta a Coulter para agradecerle

muy calurosamente por el interés que Usted se ha tomado en el destino de los exiliados políticos rusos ... Usted me conoce, estimado Dr. Coulter, y también sabe de mi devoción a la causa de la libertad rusa ... Por fortuna, conozco al Sr. Trotsky, al Sr. Melnichahnsky y al Sr. Chudnowsky ... íntimamente.

Podríamos apuntar como nota al margen que, si Aleinikoff conocía a Trotsky “íntimamente”, entonces también es probable que fuera consciente de que Trotsky había declarado su intención de regresar a Rusia para derrocar al Gobierno Provisional e instaurar la “re-revolución”. Tras recibir la carta de Aleinikoff, Coulter inmediatamente (el 16 de Abril) la reenvió al Mayor General Gwatkin, agregando que había conocido a Aleinikoff “en conexión con asuntos departamentales concernientes a documentos de los Estados Unidos en idioma ruso” y que Aleinikoff estaba trabajando “sobre los mismos lineamientos que el Sr. Wolf ... quien había sido un prisionero escapado de Siberia”.

Previo a eso, el 14 de Abril Gwatkin envió un memorandum a su contraparte naval en el Comité Militar Interdepartamental de Canadá repitiendo que los internados eran socialistas rusos con “10.000 dólares suscriptos por socialistas y alemanes.” El párrafo final afirmaba: “Por el otro lado están quienes declaran que se ha cometido un acto de injusticia por parte de altas autoridades.” Luego, el 16 de Abril, el vicealmirante C. E. Kingsmill, director del Naval Service, tomó la intervención de Gwatkin al pié de la letra. En una carta dirigida al Capitán Makins, el oficial de control naval en Halifax, el vicealmirante manifiesta: “Las autoridades de la Milicia solicitan que se acelere la decisión sobre su estado (es decir: el de los seis rusos)”. Una copia de esta instrucción le fue enviada a Gwatkin quien, a su vez, se la reenvió a Coulter. Tres días más tarde Gwatkin ejerce presión. En un memorandum del 20 de Abril al secretario naval, escribió: “¿Puede usted decir, por favor, si la Oficina de Control Naval ha tomado, o no, una decisión?”

El mismo día (20 de Abril) el capitán Makins le escribe al almirante Kinkgsmill explicando las razones por las cuales ha hecho desembarcar a Trotsky. Se niega a ser presionado a tomar una decisión, afirmando: “Cablegrafiaré al Almirantazgo informándoles que las autoridades de la Milicia están requiriendo una pronta decisión sobre la materia”. Sin embargo, al día siguiente Gwatkin le escribe a Coulter: “Nuestros amigos, los socialistas rusos, han de ser liberados; y se están haciendo arreglos para su pasaje a Europa.” La orden dirigida a Makin para liberar a Trotsky provino del Almirantazgo en Londres. Coulter acusó recibo de la información “que agradará inmensamente a nuestros interlocutores en Nueva York”.

Mientras, por un lado, podemos concluir que Coulter y Gwatkin estaban intensamente interesados en la liberación de Trotsky, por el otro lado no sabemos por qué. Había poco en la carrera del vice-jefe general de correos Coulter o del mayor general Gwatkin que explicase una urgencia en la liberación del menchevique Leon Trotsky.

El Dr. Robert Miller Coulter era un doctor en medicina, de ascendencia escocesa e irlandesa; un liberal, un francmasón y un Odd Fellow. Fue designado vice-jefe general de correos de Canadá en 1897. Su única aspiración a la fama derivaba de haber sido delegado a la Convención de la Unión Postal Universal en 1906 y delegado por Nueva Zelanda y Australia en 1908 para el proyecto “All Red” (“Todo Rojo”). “All Red” no tenía nada que ver con revolucionarios rojos; fue sólo un plan para barcos a vapor rápidos “all-red” o “íntegramente británicos” entre Gran Bretaña, Canadá y Australia.

El mayor general Willoughby Gwatkin provenía de una larga tradición militar británica (Cambrige y luego Staff College). Un especialista en movilización, sirvió en Canadá entre 1905 y 1918. Tomando en cuenta solamente los documentos existentes en los archivos canadienses, no podemos sino concluir que las intervenciones de estas dos personas a favor de Trotsky constituyen un misterio.

 

 

[17] )- Los memorándums de Gwatkin en los archivos del gobierno canadiense no están
firmados sino inicializados con una marca o símbolo críptico. La marca ha sido identificada como perteneciente a Gwatkin porque una carta suya (la del 21 de Abril) conteniendo esa marca críptica fue confirmada.

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