LA HORA DEL DESPERTAR DEL LEÓN: «Mundos» de frecuencias

Publicado el 27 de noviembre de 2021, 18:35

Todos conocemos esta información, pero el estar tan obsesionados por la Mente de los cinco sentidos nos ha condicionado para que olvidemos quiénes somos y qué sabemos realmente. Para aquellos que son nuevos en este tema, necesitan tener ciertos conocimientos. No vivimos en un «mundo» sino más bien en un rango de frecuencias; aquel que nuestros cinco sentidos pueden percibir. El rango que perciben los cinco sentidos es una diminuta fracción y se denomina «espectro visible». La creación no está estructurada como una cajonera, donde un nivel está encima del otro; está hecha de frecuencias que comparten el mismo «espacio», de la misma manera que las frecuencias de la radio y la televisión. Las frecuencias que se emiten no sólo están alrededor de nuestro cuerpo en este momento, sino que comparten el mismo «espacio» que nuestro cuerpo, y eso es posible porque se hallan en una longitud de onda distinta respecto a nuestro cuerpo y a las demás frecuencias. Sólo cuando las longitudes de onda o frecuencias están realmente cerca es cuando hay una «interferencia» y percibimos la otra emisora. Aparte de eso, todas son ajenas a la existencia de las demás. Funcionan en distintas frecuencias, «realidades» o «mundos». Cuando sintonizamos nuestro aparato de radio con una emisora, por ejemplo Radio 1, ésa es la que recibimos. No escuchamos Radio 2, 3 ni 4. Si movemos el dial y cambiamos la frecuencia de Radio 1 a 2, entonces obviamente escuchamos Radio 2. Sin embargo, Radio 1 no deja de emitir cuando movemos el dial a otra longitud de onda. Sigue emitiendo -existiendo- mientras nuestra atención, nuestra conciencia, está sintonizada con otra emisora.

Éste es precisamente el principio en que se basa el universo de la realidad virtual. Los cinco sentidos, a través de los cuales vemos, oímos, olemos, tocamos y saboreamos, pueden percibir una fracción infinitesimal de lo que existe en el «espacio» que creemos que estamos «viendo» en este momento. Por eso algunos animales, como los gatos, reaccionan a cosas que a nosotros nos parecen un «espacio vacío». Para los gatos ese «espacio» no está vacío, porque tienen un rango de frecuencias visual mucho más amplio y pueden ver seres y actividades que superan los límites de frecuencias de los cinco sentidos humanos. Cuando las personas dicen que todo está en nuestro interior, o simbólicamente, que el Reino del Paraíso está en nuestro interior, están en lo cierto. Toda la infinidad está en nuestro interior porque comparte nuestro mismo «espacio», o nuestra sensación de él. Sin embargo, el asunto es que no podemos ver toda la infinidad con nuestros cinco sentidos, del mismo modo que no podemos escuchar todas las emisoras de radio cuando sólo sintonizamos una de ellas. Sólo vemos esa diminuta fracción de la infinidad que está vibrando en el rango de frecuencias de nuestros cinco sentidos: lo que vemos, oímos, olemos, tocamos y saboreamos. Eso es lo que yo llamo «cárcel de los cinco sentidos». La mayoría de las personas están tan engañadas por estas ilusiones artificiales y manipuladas que cree que eso es todo lo que existe y que son todo lo que son. Para ellas es su única realidad: la realidad de la Mente. El sistema «educativo», los medios de comunicación y la «ciencia» se encargan de arraigar más esa idea y de condicionarnos todavía más, porque están dominados por la creencia de que el «mundo» de los cinco sentidos es esencialmente todo lo que existe.

Cuando la energía vibra a poca velocidad nos parece que es «densa» y «sólida» como el acero, pero si lo observamos con un microscopio, independientemente de lo «sólido» que nos parezca, sigue siendo energía que vibra. A medida que aumenta la velocidad de vibración, la energía se vuelve cada vez menos densa hasta que vibra a tanta velocidad que abandona el rango de frecuencias de los cinco sentidos y «desaparece» para la percepción humana. No ha desaparecido; simplemente ha abandonado el rango al que pueden acceder los sentidos humanos. Eso explica por qué hay personas que han visto fantasmas u «ovnis» que «aparecen» de la nada y luego «desaparecen». Existen infinitas realidades virtuales que se funden unas con otras como las emisiones de radio y televisión, y cuando uno sabe lo que hace, puede desplazarse entre ellas. Los científicos las llaman «universos paralelos». La condicionada realidad de los cinco sentidos de la Mente cree que aquellos que hablan de cosas que aparecen y desaparecen están locos. «¡No es posible!», exclaman. Oh, sí que lo es. La «nada» de la que aparecen y en la que desaparecen estas manifestaciones es simplemente otra frecuencia de existencia o longitud de onda a la que nuestros cinco sentidos no pueden acceder. Comprender todo esto es esencial para darse cuenta de que el «lejano» mundo llamado «paranormal» es perfectamente posible y sencillo de explicar. A medida que se avance en la lectura del libro, más sencillo resultará todo esto.

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