Hasta cierto punto me parecía ridículo y descabellado. Incluso así, algo en mi interior, mi «saber» intuitivo, me dijo que debía hacer caso de eso y ver a dónde me llevaba. Curiosamente, justo antes de que ocurriera eso había hecho una inversión -con mi mente y en contra de mi intuición- y perdí algo de dinero. No había sido mucho, pero, como he mencionado antes, fue suficiente para decir que si alguna vez mi mente y mi corazón volvían a discrepar, siempre haría caso de mi corazón, mi intuición. Eso es lo que decidí hacer cuando experimenté esas cosas aparentemente extrañas que me trasmitió la médium. A raíz del impulso imparable que tenía por recorrer ese camino, mi vida se encontró con ciertos contratiempos que mis emociones estuvieron a punto de no poder soportar. Pero, tras todos estos años y después de tanto dolor, aquello que me dijeron que ocurriría o ha ocurrido o está ocurriendo, excepto el hecho de estar «completamente curado». Todavía espero que suceda. La idea de que escribiría cinco libros en tres años sobre asuntos que ignoraba me parecía especialmente absurda. Sin embargo, a partir de ese mismo mes iba a completar aquellos libros en tres años, a pesar de que no me di cuenta de ello hasta que recordé aquellas palabras y calculé lo que había tardado.
Cuando expliqué a algunos miembros del Partido Verde estas experiencias, su reacción fue la propia de personas tan cerradas, ignorantes y desinformadas como cabría esperar en cualquier parte del sistema a la que los Verdes afirmaban oponerse. «David se está volviendo loco», fue el rumor que empezaron a difundir aquéllos a los que se lo había contado. Sí, está bien. ¡Bienvenidos a la nueva política! Como todos los partidos políticos, por el simple hecho de que están en política, el Partido Verde es una construcción de la Mente y está completamente dominado por el intelecto a pesar de que hable de espiritualidad. No quiero decir que sea el caso de todos los miembros; sólo me refiero a la estructura y a aquellos que dejan que la Mente domine su percepción, que son la mayoría. Creen que son distintos de otros partidos políticos, pero tan sólo son otra expresión de la misma mente. Jonathan Porritt, el «verde» británico más famoso, es una persona dominada por la Mente que hizo comentarios muy cáusticos sobre mí y mis vivencias. Por supuesto que lo hizo, igual que muchos otros «verdes». Son personas dominadas por la Mente y su conciencia se limita a la visión que abarca su perspectiva. Siempre que veo portavoces del Partido Verde en televisión es como si viera políticos de cualquier otro partido.
Repiten políticas que provienen directamente del plan de los manipuladores mundiales, como la centralización del poder (a pesar de que proclamen lo contrario) y la Gran Mentira del «calentamiento global» provocado por los humanos. Se han unido al club que afirmaron que iban a sustituir, y lo más triste es que creen que han hecho lo contrario. Una notable excepción es Justin Walker, que era un miembro bastante destacado del Partido Verde cuando ocurrió todo esto. Después de todos estos años sigue siendo amigo mío y a veces incluía en su campaña muchas de las áreas relacionadas con lo que estoy haciendo. Permitió que su mente se abriera a nuevas posibilidades y ha recibido muchas críticas de los «distintos» verdes por tener algo que ver conmigo. Bien hecho, Justin. La reacción a mis experiencias de la jerarquía del Partido Verde, un partido «no jerárquico», fue una dulce precursora de lo que iba a suceder.
Añadir comentario
Comentarios