DIEZ SÍNTESIS ADEFÉSICAS DE LA MONARQUÍA

Publicado el 3 de diciembre de 2021, 2:14

Una transacción que se realizó a los ojos de todo el mundo mediante la trampa de las elecciones. Unas elecciones con dos opciones: o lo apruebas o la concordia nacional está amenazada por no entrar en el consenso secreto. ¿Por qué no puedo elegir la forma de mi Estado? ¿Por qué no la forma de mi gobierno? Cambiaron como tahúres la libertad constituyente del pueblo por las elecciones de lo pactado en secreto. Y el pueblo prefirió gozar de la libertad de los sentidos y creerse libre en privado para cantar al viento su represión.

Destrozada la Junta Democrática que luchaba por la libertad constituyente, la Ley de Reforma Política guardaba en sus entrañas un monstruo, la elaboración en secreto de una Constitución. Un parto del Estado franquista asistido por comadronas recién salidas de la escuela de políticos comunistas y socialistas sin principios. Y ellos llamaron al miedo para cortar el cordón umbilical sin desangrar al monstruo.

¿Y aún seguimos con miedo? ¿De qué? ¿De nosotros mismos? Pero, ¿no veis que es la prohibición por los agentes estatales de elegir libremente a los delegados de una asamblea constituyente para crear nuestro edificio político fue la fuente de la que emana ese miedo? ¿Podremos algún día crecer desde la niñez política a la madurez de un espíritu en el que existe la memoria? ¿O acaso nuestra historia debe ser descrita “como un cementerio donde el espacio es medido, y donde hace falta, a cada instante, encontrar el lugar para nuevas tumbas”? 2 Un cementerio silencioso, donde únicamente resuena el estallido de un proyectil de un solo calibre, llamado consenso, donde la metralla metálica silba en forma de demagogias de libertad o de igualdad, forjadas en los cuarteles generales de los partidos financiados por el Estado. ¿Podemos seguir sordos? Os pregunto una vez más, ¿podemos dejar nuestra libertad en manos de estos partidos? La respuesta es no, y mil veces no, porque queremos una historia viva, civil, nueva, nacida fuera del consenso sobre el edificio político en el que nos ha tocado vivir, porque queremos construirlo con nuestras propias manos, con nuestras ideas, nacidas en nuestro seno, el seno de la sociedad civil, donde las relaciones emergen y no se imponen, donde las conciencias nacen al recordar, como dijo Halbwachs, con la condición de ponernos en el punto de vista de uno o de varios grupos y de volverse a situar en una o varias corrientes de pensamiento colectivo. Así pues, ciudadanos, dad un paso al frente, todos aquellos que queréis vivir en la verdad, apagad los medios de comunicación por un momento y leed, sin miedo, cómo nuestra memoria se ha convertido en un adefesio político. Hacedlo sin prejuicios porque, ¿acaso alguien ha negado que los españoles adoran la Monarquía de partidos?

 

2 Maurice Halbwachs “La memoire collective”. Edition critique par Gerard Namer. Editions Albin Michel, S.A, 1997.

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