José Cases Alfonso, militante de la CNT en esas fechas (1962-63), ya se hallaba en relación con altos mandos del ejército franquista, estando vinculado al SIPM del Alto Estado Mayor, Cases se prestó a hacer de embajador del teniente general Muñoz Grandes, ministro de Gobernación, ante el secretario general de la CNT del exilio. En esas fechas otro agente de los servicios de información infiltrado en la organización del exilio llegó a sugerir que se atentara contra el general Muñoz Grandes coincidiendo con el viaje a Toulouse de Cases. Dos hechos que ocurren en la misma época dentro de un mismo proyecto4.
Por otra parte en Madrid también se encontraban comprometidos en negociaciones con los militares, el teniente general Muñoz Grandes, destacados militantes de la CNT instigadores posteriormente del cincopuntismo: Lorenzo Iñigo, Royano5, Saturnino Carot y Sebastián Calvo, a los que se uniría posteriormente Enrique Marcos Nadal.
Estas relaciones con los militares se producen en la época en que Martín Villa se revela como uno de los elementos vitales de la actuación política del verticalismo, lo que le permitirá acceder a la Secretaría General de la CNS en una carrera política imparable que tendrá su colofón con el nombramiento de ministro del Interior con la UCD de Suárez, después de haber pasado por el cargo de delegado del Gobierno en Barcelona desde donde preparó la "repatriación" de Abad de Santillán para intentar utilizarlo en el proyecto de verticalización de la CNT. Tanto Cases, secretario del sindicato de espectáculos públicos de la CNT de Barcelona en 1977, como Marcos Nadal secretario del sindicato de transportes de la CNT de Valencia, tras la reconstrucción de la organización anarcosindicalista en 1977, fueron dos de los núcleos vitales de la escisión en la CNT tras el V Congreso de diciembre de 1979, de ahí surgió la que se denominaría CNT congreso de Valencia6.
En 1956 el coronel San Martín dependiente del Servicio de Información Militar ejercía funciones de "economista" en la organización sindical franquista. En Octubre de 1966 el teniente coronel Arozarena, jefe del negociado de Interior de la 3a Sección del Alto Estado Mayor, le ofreció a San Martín la jefatura del grupo síndico-laboral.
A los pocos meses Arozarena sería substituido por el teniente coronel Enríquez y San Martín se hizo cargo del grupo de contraespionaje.7
Es interesante destacar las opiniones de San Martín sobre la Confederación Nacional del Trabajo, aunque el lector deberá mantener ciertas reticencias.
"La CNT había constituido en el exilio, la fuerza más dinámica de la oposición al régimen, si bien en el interior proporcionó los dirigentes más valiosos con que contó la organización sindical española, unos identificados con la doctrina nacional-sindicalista, otros convencidos de que era la única baza que tenían que jugar, sin olvidar que los partidarios de Pestaña y su partido Sindicalista eran propicios a colaborar.
Desde el término de nuestra guerra, se enfrentaron dentro de la CNT dos tendencias: la del exilio, bajo la dirección de Federica Montseny y Germinal Esgleas, y la de la organización clandestina interior. Posteriormente apareció otra tercera en el exilio, contra la línea ortodoxa de la primera. Era la de Horacio Martínez Prieto8 , José Expósito Leyva y Luis Montoliú Salado, que aceptaron su participación en el gobierno en el exilio. En todas las tendencias y singularmente en las del exilio, se afirmaba la hostilidad al PCE.
Federica Montseny, la leona, se mostraba contraria a toda acción subversiva, por considerarla inútil”.
Los intentos de "verticalizar" a la CNT culminaran en el año 1992, varios sindicatos de la Federación Local de Madrid descubrieron la infiltración patronal en la CNT madrileña.
Ciertos empresarios y sus familiares, con doble militancia en la CNT y la FAI, en las que ocupaban y ocupan cargos de responsabilidad, controlaban la Federación Local del sindicato anarcosindicalista. Asalariados de esos empresarios también ocupaban cargos en sindicatos de la CNT madrileña. Los sindicatos de comercio, artes gráficas, administración pública, textil, sanidad, oficinas y despachos y espectáculos públicos, integrantes del sindicato de oficios varios de Madrid denunciaron el hecho internamente e hicieron llegar personalmente al secretario general de la CNT José Ros todo el "dossier".
El 20 de noviembre de 1992 los sindicatos denunciantes serían desfederados, en el aniversario de la muerte del general Franco. Tras insistir reiteradamente en la celebración de un Pleno Nacional, tal como plantean los acuerdos de Congreso, este jamás se llevó a cabo. Ante esta situación de consentimiento de verticalización de la CNT por una parte importante de la organización, los sindicatos desfederados plantearon un recurso ante la Audiencia Nacional9.
4 En la revista Mundo, de diciembre de 1976, n° 1.904, Luis Andrés Edo confirmó este montaje de las autoridades franquistas. Esta misma revista informaría en los números 1.903, 1.904 y 1.905 de una forma extensa y detallada del fenómeno cincopuntista.
5 En un Informe sobre el problema de los cincopuntistas elaborado por una comisión nombrada por el Pleno de militantes de la CNT de Madrid en 1976, reconoce que: "... Royano viajó a Toulouse para entrevistarse con un miembro del Secretariado Intercontinental (SI) de la CNT en el exilio y este, en principio, le dio el visto bueno para que continuaran sus gestiones, aunque luego, el Secretariado Intercontinental rectificó su actitud...".
Sobre el tema del cincopuntismo se ha utilizado como material, en este trabajo, el informe del Comité Regional de Cataluña de la CNT, secretaría de coordinación de fecha 31 de marzo de 1981, el libro de Juan Manuel Molina El Movimiento Clandestino en España 1939-1949, de Editores mexicanos unidos S.A. de agosto de 1976, además de los documentos citados en notas anteriores.
6 La CNT Congreso de Valencia se reunificaría más tarde con otra escisión de la CNT/AIT capitaneada por J.M. Bondía. De la unificación de ambas surgió la denominada Confederación General del Trabajo (C.G.T.).
7 SAN MARTÍN, José Ignacio. Servicio Especial.
8 Horacio Martínez Prieto fue nombrado ministro del gobierno de la República Española en el exilio, presidido por Giral, en 1945, como representante de la CNT de España. La no inclusión de Federica Montseny en la cartera ministerial originaría en la ex ministra de Sanidad un profundo ataque de celos, que posteriormente conllevaría a la CNT a una excisión en el exilio, con terribles consecuencias para la CNT del interior en España. José Expósito Leyva también ocuparía una cartera ministerial en el mismo gobierno.
9 Procedimiento n° 69/93 de la Audiencia Nacional, sala de lo Social. Sentencia n° 90/93.
Añadir comentario
Comentarios