Todos los caminos llevan a Sumeria

Todavía faltaban miles de años para que aparecieran nuevas civilizaciones que estuvieran muy por delante de sus contemporáneas, pese a que éstas ni siquiera alcanzaron el nivel de las de la edad antediluviana (figura 21). Algunas de ellas son las que surgieron en Centroamérica, en la Sudamérica del período inca posdiluviano, en África Occidental, en Egipto, en Sumeria, en el valle del Indo y en China. Los historiadores oficiales describen Sumeria, la tierra bíblica de «Shinar», como la «cuna de la civilización»; sin embargo, no lo fue. Fue una de las civilizaciones posdiluvianas más avanzadas que resurgieron cuando las catástrofes geológicas dieron fin a la «Edad de Oro». Sumeria, sin embargo, es de suma importancia para la historia humana, y por eso la tierra de Mesopotamia venía a mi mente desde todos los ángulos y fuentes casi inmediatamente después de conocer a la médium en marzo de 1990. Se estima que el período sumerio abarcó los milenios entre el 4000 a. C. y el 2000 a. C., a pesar de que las opiniones difieren en los detalles, y en la misma tierra le siguieron otros períodos como el de Caldea, Asiria y Babilonia. Los sumerios llegaron desde terrenos montañosos para asentarse en el «Creciente Fértil» de la actual región de Iraq, y algunos creen que antiguamente se hallaban en África. Los sumerios fueron la primera sociedad posdiluviana que vivió en ciudades y construyó murallas, carreteras y barcos. Aparecieron de la nada con un nivel de conocimiento y sofisticación sumamente avanzado. Más de los cien «primeros» que asumimos sin más actualmente pueden remontarse a la Sumeria de hace seis mil años. Los sumerios fueron la primera sociedad conocida que estudió las estrellas, desarrolló el lenguaje escrito, impuso un código legal con un sistema judicial e introdujo la agricultura y la cría de animales. Registraron la existencia de planetas que sólo se «descubrieron» oficialmente en los últimos doscientos años. La historia habla extensamente de cómo los antiguos egipcios, romanos y griegos estaban muy avanzados para su época, pero todas estas culturas se basaban en el conocimiento que heredaron de Sumeria y, como explicaré, de los famosos «dioses» de Sumeria.
El verdadero origen de los sumerios se remonta a épocas mucho más remotas, puesto que surgieron en la Edad de Oro que duró cientos de miles de años según nuestra versión del «tiempo». Su historia se ha reconstruido principalmente a través de las tablillas de arcilla y de otras pruebas desenterradas a partir del siglo XIX. A fin de simplificar, me referiré a estas tablillas de arcilla como «tabillas sumerias». La invasión de Iraq en el 2003 y el saqueo sistemático de los museos provocó la pérdida de miles de estos artefactos de inestimable valor, cuyo significado pronto revelaré. Tras la caída de la última dinastía alrededor del 1900 a. C., los escribas sumerios redactaron crónicas de su prolongada y distante historia, desde antes de asentarse en Mesopotamia y darse a conocer por sumerios. Sus documentos, corregidos en las posteriores crónicas babilonias, afirmaban que sus reyes tenían más de 240.000 años de antigüedad. A fin de comprender lo que ocurrió debemos entender que las avanzadas sociedades posdiluvianas fueron prolongaciones del conocimiento y la gente de las sociedades avanzadas antediluvianas, sólo que los cataclismos y el prolongado período de recuperación produjeron una disminución de la pureza del conocimiento, también hay otros motivos que explicaré más adelante. De pronto, durante el mismo período, aparecieron civilizaciones muy avanzadas en Egipto y en el valle del Indo, en el actual continente indio (figura 22). En mis otros libros he mostrado las pruebas de que en estas primeras etapas formaban, contrariamente a la historia oficial, parte de un único imperio gobernado y dirigido desde Sumeria.