El 14 de marzo de 1978 el anarquista Agustín Rueda moría asesinado como consecuencia de una brutal paliza recibida en la cárcel de Carabanchel por varios funcionarios del centro6. La CNT denunció el hecho inmediatamente y se convocaron manifestaciones de protesta en las principales ciudades del país que fueron reprimidas con especial violencia. El juicio contra los responsables del asesinato se realizó en enero de 1987, casi 10 años después.
La CNT denunció en los medios de comunicación los hechos que habían desembocado en la detención de Agustín Rueda y su posterior asesinato, aunque estos no se hicieron eco. Se denunciaba a la opinión pública que el asesinato de Agustín Rueda no podía considerarse como un hecho aislado de todo un contexto, ya que los servicios de información lo habían preparado todo para que este fuera detenido.
El responsable de su detención había sido un agente de los servicios especiales de la guardia civil y miembro, según él, de los servicios secretos franceses, Antonio Soler7
Ya en 1977 los comités internacionales antirrepresivos anarquistas habían denunciado sus actividades como agente provocador a las órdenes de los servicios de información españoles.
Antonio Soler se introduce en los medios libertarios de Montpelier en los años 70 utilizando las relaciones familiares. En 1978 los medios anarquistas de Montpelier sospechan que los servicios de información están tratando de involucrar a personas del M.L. en algún sucio asunto. La trayectoria provocadora de Antonio Soler no dejaba lugar a dudas.
Tras la colocación de una bomba en la telefónica de Barcelona en medio de un importante conflicto laboral (1972), pasa a Francia y se autorresponsabiliza en un comunicado ante la perplejidad de todos, incluida la CNT. Es responsable en esa época de la colocación de una bomba en el local del PCE en Toulouse y de otra en la librería de izquierdas de Argeles (Francia).
En 1978 junto con Agustín Rueda y Fernando Simón pasan la frontera hispano-francesa por el Col de Banyola, (Gerona). Agustín Rueda y Simón son detenidos por la Guardia Civil y a Antonio Soler se le deja escapar.
Tras el registro de sus macutos aparece cierta cantidad de armas y explosivos que Agustín Rueda no reconoce como suyos.
Rueda Sierra pagaría con la vida su militancia libertaria. Fernando Simón saldría a los pocos meses en libertad.
Hasta 1981 no se vuelve a tener noticias de Soler, cuando aparece involucrado en el famoso atraco al Banco Central de Barcelona en 1981. El es el que suministra las armas a Juan José Martínez, el n° 1, también conocido como El Rubio y colaborador de los servicios de información de la Guardia Civil.
El Rubio se introduce en los medios libertarios a finales de 1975 afiliándose al Sto. de transportes de la CNT de Barcelona, poco después se desplaza a Perpignan y se une sentimentalmente a una francesa que trabaja en un sex-shop que está enfrente de la librería que tiene Soler en Perpignan. Se traslada a España con ella siendo detenido en Almería portando dos pistolas, pero es puesto en libertad al poco tiempo.
El 4 de febrero de 1978 El Rubio concertó una cita en Barcelona entre el francés Bernard Pensiot y Josep Palau, miembros de un grupo autónomo libertario. La cita era a las 13,30h, pero no acudieron, aunque fueron detenidos a las 16,00h en las inmediaciones del lugar. Soler ya sabía a las 14,00h que habían sido detenidos, dos horas antes de que realmente lo fueran.
En 1982 se relacionaba a Juan José Martínez con el alcalde de la ciudad fronteriza de la Junquera José María Mezquida, otro colaborador de los servicios de inteligencia españoles y relacionado con Francisco Paesa, el agente del CESID que entregó a Luis Roldán a las autoridades españolas en marzo de 1995.
José María Mezquida pertenece al partido político de Pujol (CIU) y está muy introducido en los ambientes empresariales andorranos, se le relacionó con las tramas de fuga de capitales y blanqueo de dinero, así como con la preparación de varios atracos a entidades bancarias haciendo uso de la impunidad que le daba el trabajar para los servicios de información.
Antonio Soler declaró en un medio de comunicación que trabajaba para los servicios secretos franceses y que estaba condenado a muerte por los anarquistas españoles. Estas declaraciones las hizo tras ser detenido a finales de los 80 8.
6 Los funcionarios responsables de la muerte de Agustín Rueda eran: Eduardo José Cantos Rueda, por entonces director de la prisión de Carabanchel, Antonio Rubio Vázquez, subdirector; Julián Marcos Mínguez Martín-Luengo; Nemesio López Tapia; Alberto de Lara Martínez de Plasencia; José Luis Rufo Salamanca Herrero; Alfredo Luis Mallo Díaz; José Luis Esteban Carcedo; Andrés Benítez Ortíz y Hermenegildo Pérez Bolaños, todos ellos funcionarios de prisiones y muchos de ellos de pública militancia ultraderechista. También fueron procesados y condenados los médicos del Centro José Luis Casas García y José María Barrigón Pérez. En 1995 el ex funcionario H. Pérez Bolaños fue contratado como abogado por los padres de una chica, Susana Ruiz , que había sido encontrada muerta en extrañas circunstancias en Madrid, presuntamente asesinada por miembros del grupo nazi Bases Autónomas. El homicida de A. Rueda, H. Pérez Bolaños acaparó durante meses la atención de los medios informativos, dada la repercusión del oscuro caso que llevaba. A pesar de que se denunció a los medios de comunicación la auténtica personalidad del abogado estos hicieron mutis por el foro.
7 En algunas investigaciones e informaciones periodísticas se le menciona con el nombre de Eduard Solé.
8 Dossier "Agustín Rueda Sierra", de diciembre de 1987. Coordinadora de Ayuda y Solidaridad con los Presos Anarquistas, (CASPA).
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