Los linajes de la «élite» sumeria-babilónica-egipcia (todos están vinculados) fueron quienes fundaron Roma y el Imperio romano.
Tal y como explicaré, actualmente el mundo sigue rigiéndose por la ley romana.
También fundaron la Iglesia romana, que simplemente era la religión de Babilonia con otro nombre y en otro territorio.
Los linajes del Imperio romano se trasladaron al norte de Europa y se entrecruzaron con los linajes de Oriente Medio que se habían asentado antes o que se originaron en las civilizaciones antediluvianas.
Este mestizaje, y los recién llegados que arribaron con los romanos y demás, se convirtieron en las familias reales y aristocráticas de Europa.
Fueron, y en realidad son, las familias reales y aristocráticas de Sumeria/Babilonia/Egipto y de lugares más antiguos.
Sus principales núcleos de poder fueron Roma y Londres, o Babilondres, como debería llamarse, y actualmente siguen siendo los principales centros operativos y de control de estas familias, especialmente la ciudad del Vaticano con sus redes en prácticamente cada país tras la fachada del «cristianismo».
Los linajes se convirtieron en una estructura de poder en todos los países de Europa.
Cuando la gente se rebeló y rechazó la dictadura de las dinastías reales, el linaje se «ocultó» en profesiones de la política, la banca, las empresas, el ejército, la ciencia, la medicina, la educación y demás, y éstos son los cargos que ostenta la mayoría en la actualidad.
Algunas familias «reales» oficiales todavía sobreviven, como la casa de Windsor, pero la gran mayoría de esta élite gobernante actúa en secreto dentro del sistema político y económico.
Aun así, siguen considerándose «especiales», «superiores» y «reales», tanto si llevan una corona como un traje de empresario.
Los linajes de Sumeria, Babilonia y Egipto se expandieron a nivel mundial con los imperios coloniales de Europa.
El Imperio británico, donde «el sol nunca se pone», fue el más importante; su dominio, control y ocupación fueron sumamente extensos.
El Imperio sumerio, el babilónico, el romano y el británico son expresiones de la misma fuerza que ha tenido desde siempre la ambición de conquistar y controlar el mundo.
No es casual que allá donde los linajes instalaban su «sede central», se formara un imperio.
Están obsesionados con la adquisición, el control y el domino por motivos que aclararé más adelante.
El Imperio británico y sus homólogos más pequeños en Francia, Alemania, España, Bélgica, Portugal y otros lugares, permitieron a los linajes expandirse por todo el mundo junto con su red de sociedades secretas que los coloca a ellos y a sus testaferros, agentes y recaderos en los cargos de poder.
Esta red de sociedades secretas se originó antes del diluvio, en las malvadas sociedades que se fundaron en la Atlántida y Mu durante las últimas etapas de la Edad de Oro.
Las maravillosas Atlántida y Mu cayeron en la infamia, el caos y la maldad antes de que los cataclismos acabaran con ellas, y estas sociedades secretas y sus magos negros fueron quienes idearon su decadencia.
Las sociedades secretas de la Atlántida y Mu perduraron en las escuelas de Misterios del mundo posdiluviano, especialmente en Sumeria, Babilonia y Egipto.
No todas las escuelas de Misterios tenían malas intenciones, pero sí los linajes que gradualmente se fueron apoderando de las benévolas.
Manly P. Hall, el historiador masón, describe lo que ocurrió en Egipto cuando los «magos negros de la Atlántida» se apoderaron de las escuelas de Misterios.
En todas partes ocurrió la misma historia:
Mientras que la sofisticada magia ceremonial de la Antigüedad no era necesariamente malvada, de su perversión surgieron muchas escuelas falsas de brujería o magia negra, [en Egipto]... los magos negros de la Atlántida continuaron ejerciendo sus poderes sobrehumanos hasta que socavaron y corrompieron la moral de los Misterios primitivos... usurparon la posición antiguamente ocupada por los iniciados y tomaron las riendas del gobierno espiritual.
De este modo, la magia negra dictó la religión estatal y paralizó las actividades intelectuales y espirituales de los individuos, exigiendo su total y absoluta fe en el dogma formulado por el sacerdocio.
El faraón se convirtió en una marioneta en las manos del Consejo Escarlata, un comité de archihechiceros alzados al poder por el sacerdocio.
Esto es lo que ocurrió en el último período de la Edad de Oro, y estos «archihechiceros» crearon las religiones del mundo y la red de sociedades secretas de la actualidad.
El conocimiento sobre la verdadera naturaleza de la realidad y cómo puede manipularse no es bueno ni malo.
Simplemente es conocimiento.
La importancia estriba en cómo se utiliza, y los linajes han tratado de secuestrar este conocimiento y utilizarlo para aprisionar a la raza humana.
Cuando los imperios europeos controlados por los linajes se apoderaban de un país, buscaban a los chamanes y a los portadores del antiguo conocimiento y la historia oral y los asesinaban.
El cristianismo fue un vehículo para justificar el asesinato de los «agentes de Satanás» y para librar a las personas de la influencia de sus propios líderes religiosos y portadores del conocimiento y ponerlas al servicio de «Jesucristo».
En realidad, lo utilizaron como pretexto para retirar el conocimiento del público a fin de reemplazarlo por una versión fraudulenta de la vida, la realidad y la historia.
Mientras tanto, al acaparar el conocimiento, las redes de sociedades secretas de los linajes adquirieron mucho más poder, y las personas fueron volviéndose más ignorantes cuando les privaron de él.
Oigo a muchos cristianos hablar sobre lo «oculto», una palabra que simplemente significa «escondido», como si todos los saberes esotéricos fueran «obra del diablo».
Sólo es conocimiento y puede utilizarse para bien o para mal.
El hecho mismo de que no se apropien de estos conocimientos hace que sean más vulnerables al control de aquellos que emplean este conocimiento de forma malvada.
Los linajes quieren que los demás ignoremos lo que ellos saben, y con todo, los cristianos y muchos otros se mantienen en la ignorancia por sus creencias religiosas que también provienen de estos linajes.
La religión es su método más efectivo para controlar la mente y la percepción.
«No, no puedo leer esto o hacer aquello. ¿Qué dirá el papa o el rabino o el imán?».
¿A quién carajo le importa? Desafortunadamente, a miles de millones de personas.
Figura 25. Los iniciados cuidadosamente elegidos de las sociedades secretas «individuales» avanzan por la pirámide Illuminati cuya existencia se desconoce. La estructura está compartimentada y sólo ciertos linajes pueden acceder a los niveles superiores de los Illuminati.
La red de sociedades secretas actual funciona con agrupaciones como los jesuitas, los caballeros templarios, los caballeros de Malta, el Opus Dei y la masonería, y todos trabajan unitariamente en sus niveles superiores.
Esta «unidad» o fuerza que vincula a todas las principales sociedades secretas se conoce como «Illuminati» o «los iluminados».
Consiste en un conjunto de grados en los cuales las demás sociedades secretas introducen a sus elegidos, y el acceso a los escalones superiores de la pirámide Illuminati sólo lo determina el linaje (figura 25).
La gran mayoría de los iniciados de las sociedades secretas ignora la existencia misma de los grados Illuminati.
Creen que la cima de su propia sociedad secreta es lo más lejos que pueden llegar.
Desconocen el verdadero plan, porque el conocimiento está sumamente compartimentado en los distintos «grados», grupos y símbolos.
Si uno no interpreta correctamente los símbolos no puede saber lo que significan, y las filas inferiores son engañadas sistemáticamente para que el verdadero conocimiento permanezca exclusivo para los linajes.
En sus sociedades secretas necesitan tener intrusos y también empresas y gobiernos, porque no son suficientes para hacer lo que se precisa a fin de implementar su plan de control del mundo.
También necesitan que sean ignorantes, especialmente en las sociedades secretas, y por eso han tenido que crear una estructura que impida a estas personas saber lo que ellos saben.
Los Illuminati siempre han escondido la verdad en una compleja estructura de grados, niveles, contradicciones, mística y mentiras.
Cari Claudy, secretario ejecutivo de la Masonic Service Association de Washington D. C., dijo: «Cuando uno se abre camino por el caparazón exterior encuentra un significado; cuando se abre camino por este significado encuentra otro; debajo de éste, si cava lo suficiente, tal vez encuentre un tercero y un cuarto. ¿Quién sabe cuántos hay?».
Todo está compartimentado a fin de garantizar que sólo unos pocos comprendan lo que está ocurriendo.
Illuminati es el nombre que los linajes dan a sus redes, pero en realidad prefieren no utilizar ningún nombre para que sea más difícil descubrirlo.
Muchas personas confunden a los Illuminati, la red de sociedades secretas de los linajes que se remontan a miles de años de antigüedad, con los Illuminati de Baviera, que se crearon oficialmente en 1776.
Los Illuminati de Baviera han tenido una influencia significativa en muchos acontecimientos mundiales, por ejemplo, en la Revolución Francesa, pero no son la totalidad de la red, sino únicamente un filamento de ésta.
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