El lenguaje político está diseñado para hacer que las mentiras parezcan verdades y el asesinato sea aceptable, y para dar al viento apariencia de solidez.
George Orwell
Los linajes Illuminati controlan los acontecimientos mundiales a través de una red de sociedades secretas y grupos semisecretos que está estructurada como una empresa trasnacional. La sede central de la «empresa» dicta las políticas, y las redes filiales de cada país las imponen a la gente dentro de su esfera de influencia.
Las sedes operativas están en Europa, concretamente en Roma y en Londres, a pesar de que París, Berlín, Bruselas y Ámsterdam también son muy importantes. Por «Europa» no me refiero a los efímeros gobiernos europeos, sino a la red de sociedades secretas que tiene su núcleo operativo en Europa. Las redes filiales de cada país están «subcontratadas» para controlar y dirigir a nivel nacional la política, las empresas, la banca, los medios de comunicación, el ejército, la medicina, la «ciencia», la «educación», etcétera, y para asegurarse de que la población se conforma al programa dictado por la «sede central». De este modo, pueden introducir las mismas políticas por todo el mundo aproximadamente al mismo tiempo (figura 26). Estas redes de filiales nacionales, lideradas por los linajes de cada país, tienen sus propias filiales o «sucursales» en los pueblos, las ciudades y las comunidades, y esta estructura permite que el centro de la red, la «sede central», manipule e influya a todos los niveles de la sociedad. La mayoría de las personas implicadas ignora que forman parte de una gran conspiración para esclavizar el mundo. Sólo disponen de la suficiente información para hacer lo que Ies mandan y nada más. Es la misma técnica que utilizan para elaborar tecnología secreta. Emplean a distintas personas para construir las diversas piezas, sin saber cuál será el producto final. Sólo los pocos que juntan las piezas lo saben. La técnica se conoce como «compartimentación» o «necesidad de saber».
Figura 26. El mundo está controlado por el núcleo de la red Illuminati del mismo modo que la sede central de una empresa dicta la política global de todas sus filiales. En el caso de los Illuminati, estas «filiales» son redes de sociedades secretas y de linajes en todos los países, que a su vez tienen redes que influyen en todos los niveles, desde los gobiernos nacionales hasta las comunidades locales.
La red Illuminati es como una tela de araña gigante, y los filamentos representan distintas sociedades secretas, organizaciones semisecretas y de otro tipo que operan abiertamente en el dominio público. Esto último incluye gobiernos, empresas trasnacionales y el sistema bancario. Cuanto más cerca están los «filamentos» de la «araña» del centro, más secretos y exclusivos son. La red se extiende desde el centro de las organizaciones que interactúan directamente con la sociedad, sin embargo, todos los filamentos, tanto los próximos como los lejanos, están controlados por la «araña» y sus «Personas de las Sombras». Las «Personas de las Sombras» más importantes del nivel operativo, los matones de la «araña», son la casa de la dinastía banquera de los Rothschild, tal y como explicaré detalladamente (figura 27). Una agrupación muy importante de la red es un conjunto de organizaciones que se basan en una sociedad secreta llamada Mesa Redonda. Esta sociedad fue fundada por los Rothschild en Londres en los últimos años del siglo XIX bajo el liderazgo de un agente llamado Cecil Rhodes, que saqueó el sur de África para ellos y los Illuminati. Rhodesia, actualmente Zimbabue y Zambia, se llamó así por él. La Mesa Redonda creó un conjunto de «comités asesores» a lo largo del siglo XX y sigue haciéndolo actualmente. Observa de cerca los «comités asesores». Son un importante conducto para la manipulación de los linajes y continuamente están cobrando más importancia. Algunos de los satélites de la Mesa Redonda son: el Instituto Real de Asuntos Internacionales de Londres (fundado en 1920); el Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos (1921); el Grupo Bilderberg, que funciona en Europa, América del Norte y a lo largo y ancho del planeta (1954); el Club de Roma, que manipula el movimiento por el medio ambiente y divulga la mentira del calentamiento global provocado por los humanos (1968); y la Comisión Trilateral, que se concentra en Europa, Estados Unidos y Japón, pero cuyo objetivo es tener un alcance mundial (1973). La ONU, fundada en 1945, fue obra de esta red, igual que la Comunidad Económica Europea, actualmente Unión Europea, que se fundó en 1957 por medio del Tratado de Roma. Los miembros y asistentes de estos grupos de la Mesa Redonda ocupan cargos importantes en los gobiernos nacionales, la Unión Europea y la OTAN. También se encuentran en la banca, las empresas, los medios de comunicación, etcétera. Eso les permite tener una percepción común y desarrollar e introducir estrategias mediante una coordinación central. En julio del 2009, Hillary Clinton, la secretaria de Estado estadounidense, dio una charla en el Consejo de Relaciones Exteriores en la que habló de la apertura de una nueva oficina en Washington D. C. Dijo:
Figura 27. Magnífica representación de Neil Hague de la estructura de tela de araña mediante la cual unos pocos imponen la dirección del mundo.
Con frecuencia he sido, creo, la madre nodriza de la ciudad de Nueva York, pero es una ventaja tener un reducto del Consejo en la misma calle que el Departamento de Estado. Pedimos mucho asesoramiento al Consejo, de modo que ya no tendré que ir tan lejos para que me digan lo que deberíamos hacer y cómo deberíamos pensar acerca del futuro.
«Para que me digan» es la frase importante. Zbigniew Brzezinski, el ex consejero de Seguridad Nacional del presidente Jimmy Cárter y mentor de Barack Obama, fue cofundador, junto a David Rockefeller, de la Comisión trilateral perteneciente a la Mesa Redonda. La familia Rockefeller procede de un linaje sumerio y está entrecruzada con los Rothschild, de los cuales obedecen órdenes. El rol de los Rockefeller es dirigir la «filial» de Estados Unidos, y los jugadores más importantes de la familia, como David Rockefeller, actúan a nivel mundial. A lo largo del libro, los nombres Rothschild y Rockefeller serán compañeros inseparables en relación con el ingenio de guerras y crisis económicas y con el control y la manipulación del gobierno, la banca, las empresas mundiales, la medicina, la industria farmacéutica y la biotecnológica, los medios de comunicación, las agencias de inteligencia, las sociedades secretas y un largo etcétera. La banca es su principal vehículo de manipulación. En una ocasión, John F. Hylan, alcalde de Nueva York durante el comienzo del siglo xx, dijo acerca del conciliábulo banquero de los Rothschild:
La verdadera amenaza a nuestra república es el gobierno invisible que, como un pulpo gigante, extiende sus viscosos tentáculos sobre nuestra ciudad, nuestro estado y nuestra nación. En la cima hay un grupo de casas banqueras, a los que generalmente nos referimos como «banqueros internacionales».
Por «banqueros internacionales» léase «Rothschild». Los Rothschild y los demás linajes poseen los bancos y las empresas gracias a su control financiero y a sus directores testaferros que dirigen estas organizaciones conforme a sus indicaciones. De este modo pueden ocultar el alcance al que ascienden las riquezas que poseen las mismas familias. ¿Cuántas personas saben que los Rothschild controlan, cuando menos, la mayor parte de las riquezas del Vaticano o que son los consejeros financieros del Gobierno chino? Según el difunto investigador Eustace Mullins, que durante décadas investigó a los Rothschild, éstos se apoderaron en 1823 de todos los sistemas financieros de la Iglesia católica. Los agentes de los Rothschild están en todas partes, sólo que no podemos ver quiénes son sus verdaderos amos.
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