b) El reparto de la propiedad y las desigualdades

Publicado el 18 de febrero de 2022, 22:14

- Fuentesecas: Las diferencias en el reparto de la tierra se compensan relativamente con los arrendamientos. Es el caso de las tierras de Alberto Alba Iglesias, médico de Toro y mayor contribuyente, de los propietarios de Fuentesecas o de pueblos cercanos como Malva o Abezames. Entre los colonos no parece que hubiera grandes diferencias y todos o casi todos tenían sus pequeñas propiedades (los más humildes media hectárea normalmente). Existe un colectivo importante de agricultores entre las 40 y las 500 ptas. de contribución, sobre todo el grupo de 100 a 500 ptas. que contabilizan el 57,33% de las cuotas, el más alto de toda la zona de análisis que sirve como elemento equilibrador de la población.

- Gallegos del Pan: El elemento fundamental son los arrendamientos. Los labradores ricos del pueblo tenían unas 100 fanegas en propiedad (Heliodoro Miranda, Ausibio Esteban) concentrando el 43,31% de las cuotas, mientras que los labradores medianos llevaban parecido número de fanegas, pero mediante el sistema de arrendamiento. El mayor contribuyente era el ayuntamiento que tenía un prado comunal para el pasto del ganado vacuno de labor, del que se encargaba un pastor pagado por todo el pueblo. El segundo mayor contribuyente era Jacinto Morillo Carnero de Castronuevo de los Arcos, que poseía más terreno él sólo que los 141 contribuyentes más pobres del pueblo.

“Había aquí tres o cuatro propietarios, como un tal Don Jacinto Morillo, que lo llamaban el Trapa, era de Castronuevo y tenía aquí… pues, debía tener sobre 400 fanegas y las tenían entre 10 ó 12 ó 20 [colonos]” 93 .

Había grandes diferencias sociales, típico esto en la Tierra del Pan, existiendo un núcleo de obreros miserables, que prácticamente no tenían propiedad (una fanega, media hectárea), mientras la mayoría tendría en torno a cinco hectáreas propias y una pareja de mulas o una pareja de burros como el que fue alcalde del Frente Popular. “En los pueblos los más pobres, y Gallegos no era una excepción, araban con burros, pues no tenían para comprar una mula. De ahí que existía un dicho, «¿Qué es penitencia? Arar con burros en tierra de renta»” 94 .

- Matilla la Seca: Como hemos comentado, tenía mejor repartido el término y era de mayor calidad que el vecino de Fresno de la Ribera. A pesar de ello también había grandes contribuyentes, pero en este caso no pasarían de 50 hectáreas en propiedad, destacando la familia Carazo, apareciendo nuevamente D. Alberto Alba Iglesias y Victoriana Villachica (aunque con menores extensiones). El resultado era la ausencia de grandes propietarios (no hay ninguno por encima de 500 ptas. de contribución), un sector de pequeños y medios propietarios numéricamente no muy elevado, pero si importante en la acumulación de cuotas (de 40 a 100 ptas. tienen el 11,69% y sobre todo de 100 a 500 ptas. poseen el 49,41%) y un escaso número de jornaleros.

- Molacillos: Los pequeños contribuyentes poseen escasa riqueza rústica (pagan el 5,85%), que está fundamentalmente en manos de un grupo de labradores acomodados que viven en la localidad. De hecho los contribuyentes entre 100 y 500 ptas. suponen el 66,54% de las cuotas, el porcentaje más alto de toda la zona. Su característica principal es el alto número de obreros y jornaleros, nuevamente en una localidad de la Tierra del Pan.

- Pobladura de Valderaduey: Similar a Matilla en cuanto a las menores diferencias sociales, entre otras cosas por ser las dos localidades menos habitadas y con los términos municipales más reducidos de la comarca. Con todo, existía un colectivo de obreros sin propiedad. Nuevamente los arrendamientos eran fundamentales para la economía campesina, explotando tierras con este sistema en el vecino Castronuevo de los Arcos. Por encima de 500 ptas. de cuota se encuentran solamente el ayuntamiento, las hermanas Díez Bobo y Víctor García Marcos.

- Valdefinjas: Hay unas pocas familias con importantes propiedades y que tienen criados para labrar sus tierras. El resto son pequeños propietarios y muy pequeños propietarios. Los mayores propietarios son Pedro Lorenzo Muñoz (a) El Colorao y Atanasio Domínguez. Existe un número de obreros relativamente alto para ser una localidad de las menores de la zona, pero las desigualdades no son hirientes al labrar también en renta tierras del limítrofe término de Toro o trabajar como obreros para labradores propietarios de Toro en su término.

- Villalonso: De todas estas localidades es la más habitada, debido a ciertas actividades industriales (queso, tripas). Los arrendamientos son lo normal en esta localidad y no existen las diferencias sociales de otros pueblos, con un colectivo que paga entre 40 y 100 ptas. (son el 36,69% de los contribuyentes con el 42,37% de las cuotas) muy importante. La actividad industrial quesera permite que estas personas dejen también sus tierras en arrendamiento y de este modo la situación económica se alivia en un grado mayor que en otros lugares y equilibra más la sociedad local.

- Villalazán: Las diferencias tampoco eran grandes, existiendo un colectivo importante de pequeños colonos muy similares entre ellos. Además cuenta con un número importante de pequeñas propiedades de regadío (norias, pozos). Hay tres contribuyentes por encima de 500 ptas. según el resumen de las listas de contribuyentes, mal realizado por los escribientes, cuando realmente hay seis, con lo cual este grupo es más importante de lo reflejado en la documentación. A pesar de este hecho, Villalazán es una de las poblaciones con menores diferencias (de esos seis propietarios, cuatro viven fuera).

- Villardondiego: Aparece un alto número de contribuyentes, superior que el número de habitantes, debido a la elevada cifra de pequeños propietarios tanto locales como de otras localidades vecinas (Villavendimio, Tagarabuena). Existían contribuyentes importantes, pero que dividían sus propiedades en múltiples parcelas que arrendaban. Estos propietarios tenían sus tierras en varias localidades (Villardondiego, Toro, Tagarabuena. Morales de Toro, Villavendimio). Aparece también un buen número de campesinos de Tagarabuena que labraban fincas en renta de esta localidad.

 

2º) Poblaciones intermedias en población (entre 650 y 1.300 habitantes) y términos municipales pequeños (menos de 2.500 Has.). Son las siguientes localidades:

 

- Argujillo: No poseemos suficientes datos para calificar la situación, al haber realizado el resumen de cuotas sólo con dos tramos. Es una localidad con pocos contribuyentes respecto a su población y con pocos domiciliados en el lugar (281 vecinos de Argujillo de los 380 contribuyentes totales) y con unos pequeños contribuyentes con pocas cuotas (6,08%). Existía un núcleo de labradores acomodados que controlan todos los resortes de la vida local con un número importante de propietarios por encima de 500 ptas. de cuota (el mayor contribuyente por rústica es Julián de la Cuesta).

- Bustillo del Oro: Destaca un elevado número de agricultores de un nivel económico importante, como correspondía a uno de los términos municipales de mayor calidad, junto con el de Tagarabuena. Hay grandes contribuyentes foráneos (los dos mayores Dolores de los Ríos Ulloa y Victoriana Villachica) que arriendan sus tierras en general en buenas condiciones. Estos labradores acomodados concentran también la riqueza urbana (Morillo, Alfageme, Bragado, Julve, Hidalgo, Pinilla, Herrero), teniendo siempre más de un bien (casa, corral, panera y bodega). Por supuesto, hay pequeños colonos y jornaleros, en muchos casos foráneos, que venían a la localidad conocida por la importante cantidad de jornales que se generaba en las tareas agrícolas de estos labradores acomodados (el 11,57% de los contribuyentes con el 36,67% de las cuotas).

- Benegiles: Localidad de la Tierra del Pan con un sector notable de labradores medios y acomodados con cuotas de 100 a 500 ptas. Tiene uno de los porcentajes más altos de contribuyentes (26,26%) y también de cuotas (44,90%), pero debido al bajo número de contribuyentes respecto a la población se eleva el número de jornaleros de modo considerable. Si a ello le unimos la existencia de grandes propietarios con importante cantidad de tierra (ocho personas poseen el 39,64% de las cuotas) la fractura social es evidente.

- Malva: Ocurre como en Bustillo del Oro, un término municipal de tierras con calidad agrícola, labradores acomodados en un número importante (tanto propietarios, como colonos de tierras fértiles; 84 labradores entre 100 y 500 ptas. concentran un volumen de cuotas equivalente al 52,32% del total, porcentaje muy elevado), pero con más diferencias sociales. Existe bastante tierra en manos de forasteros, que suelen arrendar, creándose un importante colectivo de colonos. Los mayores contribuyentes son Gregorio Carbajo Chillón y Avelino Gómez Mateos entre los residentes en la localidad, mientras que entre los forasteros vuelve a aparecer nuevamente Victoriana Villachica.

- Monfarracinos: El dato de siete personas que tienen el 35,56% de las cuotas, mientras que el 72,67% de los contribuyentes más pobres pagan el 13,54% de las cuotas,  ilustra con meridiana claridad las desigualdades flagrantes en Monfarracinos, otra población de la Tierra del Pan, área que presenta los datos más extremos en cuanto al reparto de la riqueza rústica de la comarca.

- Peleagonzalo: Las diferencias sociales en torno a la propiedad de la tierra aumentan al tener una población similar a los anteriores, pero un menor término municipal. Hay un importante número de jornaleros. La cuestión se soluciona en parte, teniendo en propiedad o en renta tierras del término vecino de Toro, que rodea íntegramente al de Peleagonzalo y en parte porque algunas propiedades son de regadío (pozos), mucho más rentables y productivas que el secano. El grupo de labradores entre 100 y 500 ptas. es muy fuerte con el 46,42% de las cuotas cuando sólo son el 6,82% de los contribuyentes.

- Pinilla de Toro: Un caso particular, porque parte de la población consigue acomodo en las industrias locales (telares, tripas, chocolate, carpinterías). Aunque tienen un término municipal reducido, lo solucionan en parte con la posesión de un trozo del término de Belver de los Montes donde los penillejos sitúan sus viñas, importantes aún en los años 30. El colectivo de obreros es relativamente abundante, pero consiguen trabajo en las industrias del pueblo y los colonos subsisten gracias a las buenas cosechas de cereal de un término en general con altos rendimientos. Destaca el colectivo de labradores acomodados con casi el 50% de las cuotas. Los contribuyentes más importantes habitan en la localidad.

- Tagarabuena: La localidad de los colonos por excelencia. Se caracteriza por el elevado número de pequeños y medianos agricultores, que dependían de los arrendamientos que realizaban con los propietarios que poseían tierras en Tagarabuena y en los términos limítrofes de Toro y Villardondiego. Tenemos el dato de que en Tagarabuena del total de 647 contribuyentes, 479 personas (74,03%) pagan menos de 40 ptas. anuales, mientras que de 100 a 500 ptas. (85 propietarios, de los cuales varios vivían fuera de la localidad y no cultivaban directamente la tierra) tienen el elevado porcentaje del 54,71%. Poseen además propiedades Victoriana Villachica, la Marquesa de la Lapilla, el Marqués de Santa Cruz o José María Lezameta (Bilbao).

- Villalube: Zona cerealícola, con un elevado número de hectáreas en manos foráneas, (Fundación González Allende, Bustamante, Fernando Piorno, la familia Samaniego), que se labran a través de arrendamientos. Por encima de 500 ptas. de cuotas se halla el 52,06% de las contribuciones. Conocidos son los quiñones de la Dehesa de El Lenguar (con más de sesenta colonos) o las tierras en colonía de Elvira Menéndez Valdés Bustamante (al menos una treintena de colonos). A pesar de ello existía un elevado número de obreros que no era suficiente en los momentos de la siega, uniéndose a los segadores del pueblo, los de Villalpando, Cabañas de Sayago, Cerecinos de Campos (7 u 8 cuadrillas), Gallegos del Pan, etc. En total, podía llegar a haber en la siega unas 600 personas. Para las “limpias” se traían obreros de Villaseco del Pan. Las diferencias sociales eran abrumadoras entre labradores acomodados (gracias a las tierras en renta, no tanto a la propiedad como muestran los datos) y jornaleros con un pedazo de terreno de cereal.

- Villavendimio: Similar a Tagarabuena, en cuanto al elevado número de colonos y a los propietarios, con propiedades en varios términos municipales contiguos (Villardondiego, Tagarabuena, Morales de Toro). Existe una serie de labradores ricos, que además de labrar directamente, también arriendan parte de sus tierras. Destacan Adriano y Germán del Teso Gutiérrez, Liborio Villar Calvo o Mariano Manteca Domínguez entre los mayores contribuyentes. Estos labradores acomodados controlan el 46,90% de las contribuciones. En un término municipal pequeño, los colonos no tienen otra salida que arrendar en otros términos municipales limítrofes. Los jornaleros no son un elemento significativo en la localidad.

 

3º) Poblaciones intermedias en población (entre 650 y 1.300 habitantes) y términos municipales intermedios (entre 2.500 y 4.500 Has.). Son los ayuntamientos siguientes:

 

- Aspariegos: Las diferencias sociales son elevadas con un término municipal muy desigualmente repartido, existiendo grandes propietarios foráneos y dehesas. Las cifras no engañan en este caso. En el año 1941 había 194 contribuyentes (muy pocos respecto al total de la población) con un total de riqueza rústica de 245.675,98 ptas. Pues bien, entre los diez mayores (uno de ellos el ayuntamiento con unos prados) concentraban una riqueza rústica valorada en 145.966,93 ptas., es decir, casi el 60% y los que pagan más de 500 ptas. de contribución reúnen el 73,47% de las cuotas. Esto repercutía en un alto número de obreros sin tierras, muy pequeños propietarios (el 2,93% de las cuotas) graves desigualdades sociales y un nivel considerable de miseria.

- Castronuevo de los Arcos: El problema del bajo número de contribuyentes y de las dehesas también afecta a esta población, con grandes contribuyentes como el Conde de Villapadierna, Bernardino Pinilla y Benjamín Turiño, la familia Bobo o Matilde Gutiérrez Caballero. De una riqueza de 274.349,49 ptas., el Conde de Villapadierna poseía 76.199,30
ptas. (es decir, el 27,7%). La diferencia estriba en un mayor número de colonos que en Aspariegos y una mayor importancia de labradores medios y acomodados, siendo más parecido a Villalube que a Aspariegos y aliviándose así las tensiones sociales.

- El Pego: Similar al vecino Guarrate con tierra mal repartida (83,77% de cuotas para los mayores de 500 ptas.), reducción de las otras categorías (de hecho no hay entre 100 y 500 ptas. ningún contribuyente) y una microparcelación excesiva y un colectivo de micropropietarios numerosos (el 90,57%). Pero el único contribuyente mayor de 500 ptas. es el IRA, gracias al cual se reparte la propiedad entre los colonos que pasaron a ser propietarios posteriormente, tras el acuerdo entre campesinos y Ministerio al final de la dictadura primorriverista.

- Pozoantiguo: Entre los mayores contribuyentes figuran Jacinto Morillo de Castronuevo, el Obispado de Zamora, Francisco Morán López y, cómo no, Victoriana Villachica, la mayor contribuyente del término municipal. Los labradores acomodados suponen un grupo importante tanto en porcentaje (16,39%) como en cuotas (47,36%) y los muy pequeños propietarios no llegan ni al 10% de las cuotas. Las diferencias sociales son ostensibles y el trabajo fuera de casa se convierte en complemento esencial e indispensable de muchas economías domésticas bajo el control rígido de labradores ultraconservadores.

- San Miguel de la Ribera: Pocos contribuyentes respecto a la población y escasos en el tramo hasta 40 ptas. (45,73%), el más bajo de todas las localidades que tratamos. El grupo de pequeños y medios labradores es importante concentrando casi el 70% de las cuotas, mientras que los mayores de 500 ptas., cinco contribuyentes, no llegan al 20% de las cuotas, en la franja baja de los valores que hemos establecido. Todos estos datos permiten hablar de una sociedad menos desigual que en otras poblaciones vecinas.

- Sanzoles: Contiene en su término la dehesa de Valdemimbre, lo que origina que una gran parte de la tierra esté en pocas manos y se produzca un alto número de obreros sin tierra, a lo que debemos sumar que su término no es grande y la población mayor de 1.200 personas. No por eso dejan de tener importancia los colonos que trabajan el cereal y el viñedo. Los grupos medios y estabilizadores son poco numerosos (13,03% los de 40 a 100 ptas. y 5,40% los de 100 a 500 ptas.). Por ello, sin duda alguna, el número más importante eran los jornaleros, que marchaban a otros pueblos a la siega y a trabajar en la construcción y otras actividades en Zamora, Saltos del Duero, etc. De este modo se polariza la sociedad entre minúsculos propietarios-jornaleros y el resto, que tampoco es muy boyante desde el punto de vista económico.

- Moraleja del Vino: Tiene más población, que el resto de localidades, a pesar de que su término municipal es de los más pequeños (1.820 Has.). La clave está en la realización de otras actividades económicas, como ya hemos visto en las matrículas industriales, la venta ambulante y el sector de acopiadores, elaboradores y vendedores de vino. Todo ello repercute en una reducción de la importancia de la tierra como generador de empleo, sin por eso dejar de ser la principal actividad económica y el sustento principal de la población. Los labradores acomodados (5,54%) con sus viñedos y tierras de cereales suponen el 40,58% de las cuotas frente al 28,75% de los muy pequeños (79,8%). El número de obreros es elevado y las desigualdades flagrantes.

 

4º) Poblaciones grandes en población (más de 1.300 habitantes) y términos municipales grandes (más de 4.500 Has.). Son las siguientes localidades:

 

- Belver de los Montes: Importante término en extensión, pero con un alto número de contribuyentes, que resulta engañoso, pues hay un colectivo considerable de propietarios de viñedos de Vezdemarbán y Pinilla de Toro. Además existen grandes propiedades, entre ellas un prado comunal o las tierras de la Obra Pía de Samaniego. Entre los mayores contribuyentes de Belver de los Montes se encuentran Ricardo Pérez Jarrín y Juan Bragado Ramos. Todo esto provoca un elevado numero de jornaleros y los propietarios que pagan más de 100 ptas. de cuotas (contribuyentes medios y grandes que son el 6,9% del total de 1.304 y dos mayores de 500 ptas., uno de ellos la Obra Pía) supongan 23.632,36 ptas. de un total de riqueza rústica en el municipio de 53.330,83 (el 44,31%). El colectivo de labradores medios y acomodados es importante pero la inferior calidad del terreno les perjudica frente a otras localidades.

- Morales de Toro: Localidad, que a pesar de ser de las más pobladas no sufre las desigualdades que soportan otras, sin por ello dejar de existir importantes contingentes de jornaleros y pequeños propietarios. Nuevamente la Marquesa de Villachica aparece como la mayor contribuyente. Los colonos y los labradores medios se mezclan configurando un sector fundamental de la economía y vida social. Entre los pequeños propietarios, hay bastantes de otras localidades, como es el caso de Villavendimio. Por contra, también los moralinos trabajan tierras en propiedad o en arrendamiento del término de Toro.

- Venialbo: Existe un alto número de contribuyentes con reducidas propiedades, y además se tropieza con la realidad de unos labradores pudientes con propiedades de 100 fanegas, unos prados municipales y un gran número de hectáreas de arbolado de encina y pino (Pinar Redondo). Ello acarrea un porcentaje considerable de población prácticamente sin tierra que se dedica a buscar jornales en las viñas y en el verano en la siega en los pueblos del valle del río Guareña y del Norte de Salamanca. Los colonos reciben tierras en renta de los labradores más pudientes, que suponen el 38,01% de la contribución. El único propietario por encima de 500 ptas. es el ayuntamiento (prados).

- Vezdemarbán: Núcleo de población con bastantes habitantes, que soluciona su superpoblación teniendo en cuenta el desigual reparto de la tierra y la división en minúsculas fincas, gracias al desarrollo de la industria textil y del chocolate, que produjo un interesante crecimiento económico en esta localidad y que derivó muchos obreros del campo hacia el trabajo de los telares manuales y la formación de una clase media protoindustrial. Esto, por supuesto, no quiere decir que no existiesen núcleos de obreros y la existencia de grandes propiedades provenientes de los tiempos de la Desamortización. Asimismo, el intervalo de los que pagan entre 100 y 500 ptas. conforma un poderoso colectivo de agricultores acomodados con el 45,78% de las cuotas. Los labradores medios labran mediante el sistema de arrendamientos las tierras propiedad de los marbanos dedicados al textil y de las heredades, consiguiendo una sustancial mejoría económica de su posición.

- Villabuena del Puente: Localidad tradicionalmente conocida por sus obreros, que trabajaban para los propietarios de Villabuena, Bóveda de Toro, Toro u otras localidades. Además existía un importante contingente de colonos que trabajaban tierras tanto en el propio término como en el de Toro, término municipal, que en sus zonas limítrofes con Villabuena, por su lejanía de la ciudad, era arrendado a los laboriosos colonos de Villabuena del Puente y en algunos casos también accedían a la propiedad de esas parcelas. Estas circunstancias atenúan la grave desigualdad existente en su término municipal en el reparto de la propiedad. Lógicamente aparecen como mayores contribuyentes apellidos como Moyano y, como no, la mayor contribuyente por rústica forastera era Victoriana Villachica. Los propietarios que pagan más de 500 ptas. (1,43%) tienen en sus manos el 40,81% de las cuotas, frente al 81,19% de contribuyentes que pagan menos de 40 ptas. (16,35% de las contribuciones).

 

5º) La cabeza de la comarca: Toro. No tenemos los datos por intervalos de contribuyentes según las cuotas que debían abonar. Esto no es obstáculo para reconocer las enormes diferencias sociales. El 0,4% de los contribuyentes poseen el 26% de la riqueza. Este dato, con todas las matizaciones pertinentes, es indicativo de los problemas que presentaba para el pequeño campesinado una estructura de la propiedad tan desequilibrada. El elevado número de contribuyentes (5.709), situados además la inmensa mayoría en el grupo que cotiza de 20 a 30 ptas., unido al desigual reparto de la propiedad produce un elevado número de pequeñas propiedades antieconómicas que no dan para vivir y supone que la mayoría tenga que subsistir gracias a los jornales o a los arriendos de otras tierras. Por otra parte hay un colectivo de personas que se declara labrador en el Padrón de 1935 (306 cabezas de familia) 95 , que se corresponde con el sector de propietarios medios y acomodados cultivadores directos de la tierra y que tienen contratados obreros ajustados por temporadas. A su vez se denotan esas grandes propiedades multifundistas de propietarios absentistas que viven de las rentas que reciben y también la existencia de dehesas y montes de gran extensión superficial en un término municipal tan amplio como el de Toro (el Monte de la Reina del Marqués de Padierna y Villapadierna, la dehesa de San Andrés de Victoriana Villachica, el Monte de San Miguel de Grox de Leopoldo Torres Erro, Aldeanueva de Fernando Piorno Rodríguez, la dehesa Busianos de la Fundación Marquesa de Valparaíso, Sariñana, Peñalba, Castrillo, etc.).

 

En definitiva, las desigualdades sociales que produce un mal reparto de la propiedad de la tierra son la nota predominante: un colectivo de jornaleros y obreros que tienen algún pedazo de tierra (una, dos, tres fanegas) que no les permite vivir y deben complementar su subsistencia en el trabajo a jornal para los propietarios acomodados o en los arrendamientos, una capa de labradores medios y acomodados que no es lo suficientemente numerosa para equilibrar la sociedad rural y, en cambio, posee una considerable parte de la tierra que les hace ser los rectores de la vida económica, social y política de las localidades del medio rural y finalmente unos propietarios absentistas, dueños de amplias áreas de terreno en los términos municipales, divididas en múltiples parcelas y que gracias a que arriendan sus tierras permiten aliviar la situación económica de muchas familias, que de otro modo estarían condenadas a la miseria y convertiría la sociedad en un polvorín a punto de estallar. Aún así obtienen de la tierra lo justo para subsistir y pagar la renta. Las desigualdades más graves se producen en pueblos con grandes propiedades y dehesas en sus términos que reducen el número de propietarios y condenan a la búsqueda del jornal a un número elevado de personas, y en las localidades de la Tierra del Pan con numerosos grupos de obreros y jornaleros, así como las localidades mayores en cuanto a población (sobre todo la mayor, Toro) que conocen en su seno una mayor distancia entre los más ricos y los más pobres. Por contra, las localidades más pequeñas amortiguan estas diferencias con un mejor reparto de su pequeño término municipal entre un menor número de personas que las habitan y otras localidades con desigualdades flagrantes están sometidas a un férreo control político por parte de esos grupos de labradores de orientación conservadora coaligados con los propietarios acomodados que habitan en las localidades.

93 Entrevista con N.P.P.

94 Entrevista con N.P.P.

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