Capítulo V La Red Gladio

Publicado el 14 de marzo de 2022, 0:55

La OTAN y Gladio

En noviembre de 1990 aparece en la prensa española una noticia de transcendencia internacional. Conexiones que relacionan a varios estados europeos, Canadá y Estados Unidos con el terrorismo de estado utilizando la estructura de una organización creada por la OTAN, la Red Gladio.

La responsabilidad apuntaba claramente a uno de los pilares básicos del Sistema, el ejército.

Las investigaciones del juez italiano Felice Casson para esclarecer las responsabilidades de un atentado de la ultraderecha italiana revelaron las conexiones de una red de inteligencia, los servicios secretos italianos (SISMI), con la ultraderecha y los neofascistas italianos. A través de ese hilo salían implicados todos los servicios secretos europeos, los suizos, los canadienses y los americanos. Una macroestructura que bajo el nombre de Red Gladio debería velar por la estabilidad de las democracias occidentales en caso de una hipotética invasión de las tropas del Pacto de Varsovia.

Entre sus principales objetivos se encontraba el de impedir por cualquier medio el advenimiento al poder de cualquiera de los partidos comunistas operantes en occidente, así como la represión de cualquier movimiento de ultraizquierda.

Según declaraciones de un alto mando militar del desaparecido SECED español; "España intercambió información sobre las actividades de los comunistas y de los grupos de ultraizquierda, una de las principales actividades del SECED."

La obsesión, rayando en lo enfermizo de los servicios secretos de la OTAN por controlar a los comunistas en Europa fue tal que, tras la muerte del dictador Franco en el año 1975, los servicios secretos españoles tuvieron que convertirse en guardaespaldas de Carrillo para evitar su eliminación por la Red Gladio.

Durante la dictadura en España, aunque esta oficialmente no pertenecía a la OTAN, el SECED y en especial el servicio de contraespionaje del Alto Estado Mayor durante un tiempo al frente del teniente coronel Enríquez, intercambiaban información periódicamente con los servicios secretos occidentales..

Según declaraciones del coronel Amadeo Martínez Inglés; "con toda seguridad gladio estaba asentada en España".

La transición podía resultar muy peligrosa para los países de la OTAN si no se resolvía convenientemente.

André Moyen un ex agente de los servicios secretos belgas declaraba: "Los servicios españoles han jugado un papel "Faro" en el reclutamiento e nformación de los servicios paralelos'", según las declaraciones de este agente: "España contaba con una sucursal de la red gladio que funcionaba desde Madrid al mando de un general del arma de caballería y con núcleos activos en Barcelona, Canarias y San Sebastián, que combatía a comunistas, anarquistas y separatistas".

Estas declaraciones se referían a los años 50 y se basaban en los contactos que este había mantenido con policías y militares españoles además de con un ex canciller español en Amberes ya fallecido.

Los generales Fausto Fortunato y Gerardo Serravalle, antiguos responsables del Servicio de Información y Seguridad Militar Italiano (SISMI), declararon en el parlamento de su país que dos agentes de Franco acudieron a una reunión de Gladio celebrada en Bruselas en 1973 y solicitaron el ingreso de España en la misma.

La candidatura española fue auspiciada por Francia y los EE.UU. pero el veto de Italia la malogró.

También en Italia un antiguo agente secreto, Alberto Volo 2, declaró a TVE que desde 1966 hasta mediados de los 70 Gladio contó con una base de entrenamiento en Maspalomas cerca de Las Palmas.

El coronel Martínez Inglés confirmó que tras la muerte de Franco la estructura de gladio en España pasó a integrarse en el CESID y en los servicios de información de la monarquía.

 

En 1986 el teniente general Emilio Alonso Manglano3, director general del CESID, era el representante español en el Comité de Seguridad de la OTAN tras el ingreso de España en esta. Es en esa fecha donde oficialmente se ofrece a España participar en el Comité de Coordinación Aliado (ACF), un órgano legal pero clasificado de secreto.

Por su parte el que era secretario general de la OTAN en 1990 Manfred Worner reconocía en una reunión a puerta cerrada en noviembre de 1990 con los 16 embajadores de los países miembros de la OTAN, que la red GLADIO era coordinada por el mando militar supremo aliado en Europa (SHAPE) que dirigía el general norteamericano John Calvin.

 

El teniente general José Ramón Pardo de Santallana, representante español en el comité militar de la OTAN entre 1986-1989, manifestó que nunca oyó hablar de la estructura clandestina de la OTAN, al igual que Fernández Ordóñez, entonces ministro de asuntos exteriores (1990). El pacto de silencio sobre los asuntos de inteligencia entre los responsables políticos y militares se ha mantenido ininterrumpidamente.

El gobierno español tenía destacada en Bélgica, en el cuartel general de SHAPE, desde Enero de 1989, una misión militar. Al frente se encontraba el general de brigada Javier Pardo de Santallana y Coloma que a su vez contaba con el apoyo de dos jefes y tres oficiales y suboficiales.

Javier Pardo de Santallana y Coloma dispone de un amplio curriculum de espionaje. Dirigió la sección de espionaje de las fuerzas militares en el Sahara, perteneció a la sección de inteligencia del Estado Mayor del Ejército, organizó el primer curso de espionaje conjunto celebrado en España e intervino en el diseño y organización del Sistema de Control de Defensa. En 1995 era el director del Centro de Estudios de la Defensa Nacional, CESEDEN 4 .

En 1990 el ministro de Defensa Narcís Serra, afirmó que España no había participado ni antes ni después de su entrada en la OTAN en el comité secreto que coordinaba Gladio y encargó al CESID que realizara una investigación 5 de la que todavía no se sabe nada. Otro fantasma enterrado.

En 1995 Javier Solana ex ministro de exteriores con el gobierno del PSOE accedía a la secretaría general de la OTAN con el apoyo total de los EE.UU6.

 

La Conexión Gladio en España y sus relaciones con la Internacional negra.

 

Todas las informaciones apuntan a que los servicios secretos españoles habrían jugado un importante papel logístico en las presuntas actividades involucionistas desarrolladas por la red gladio, que en España se denominaba "Red Quantum", principalmente en Italia a través de las organizaciones neofascistas y el SISMI.

Importantes dirigentes del fascismo italiano que a la vez trabajaban para "Gladio" y altas personalidades civiles y militares aparecerían en las listas de Licio Gelli, relacionados con el escándalo de la Logia "P- 2 " y el banco Ambrosiano del Vaticano. Muchos encontraron refugio en nuestro país durante la década de los años 70 y 80.

Así se desprende de las investigaciones llevadas a cabo durante varios años por destacados miembros de la magistratura italiana sobre las tramas del terrorismo negro fascista que asoló Italia desde 1969.

Según Moyen, había una segunda organización europea, también vinculada a la OTAN y dedicada a actividades terroristas exclusivamente. Esta organización llamada CATENA continúa en activo y tiene carta blanca para actuar en cualquier lugar del mundo.

CATENA se creó en el período anterior a la creación de la OAS en 1958. Tras la desaparición de la OAS, CATENA se encarga de facilitar apoyo, infraestructura y documentación a los activistas de la OAS que se encontraban en Alemania, Francia, Holanda y Bélgica, tal como antes lo había hecho y lo seguía haciendo la "organización Martín Borman" con los nazis y colaboracionistas del Tercer Reich.

CATENA siguió creciendo hasta convertirse en un instrumento fundamental para los servicios de inteligencia en sus actividades de guerra sucia. Se les encomendaban trabajos de encargo que no podían efectuar los agentes oficiales. La conexión con la "internacional negra" de esta organización siempre ha sido evidente. Uno de sus miembros más destacados era Hans Peter Schultz, refugiado en España y que gozaba de la protección de las autoridades policiales y militares del país.

La huida de agentes del SISMI italianos relacionados con el movimiento neofascista (Ordine Nuovo, Avanguardia Nacional y el Movimiento Social Italiano (MSI), del que eran sus principales dirigentes, como consecuencia de las investigaciones que los jueces italianos desarrollaron en relación con los atentados cometidos por la ultraderecha, y su posterior asentamiento en España, contó como era de esperar con la colaboración de los servicios secretos españoles. Insistentes peticiones de extradición de los jueces italianos contra los neofascistas instalados en nuestro país, acusados de matanzas indiscriminadas, chocaban contra el muro de la indiferencia de las autoridades españolas, incluidas las judiciales. Solo cabía una explicación posible. Los neofascistas italianos ahora trabajaban para los servicios de inteligencia españoles. Elementos destacados como Stefano Della Chiaie, implicado en los sucesos de Montejurra en España, en el atentado de la Piazza Fontana y el asesinato del Juez Ocorsio en Italia ; Augusto Cauchi, Giuseppe Calzona, Carlo Cicuttini, Eliodoro Pomar, Graziani, Elio Massagrande 7 , Salvatore Francia, Melli, Calzona.... fundadores del grupo fascista italiano ordine nuovo y antiguos agentes de gladio y de los SISMI Italianos 8 . Muchos engrosaron las listas del Batallón Vasco Español para encargarse de la guerra sucia contra ETA en el primer período de la transición de la monarquía gestionada en esa época por la UCD de Suárez con sus ministros de interior, Martín Villa, Ibáñez Freire y Rosón.

¿Como es posible que muchos de esos italianos después de ser detenidos y sabiendo los jueces que sobre ellos existían peticiones de extradición por crímenes indiscriminados, fueran puestos inmediatamente en libertad, incluso en el año 1985? ¿Cómo es posible que se movieran libremente por España con conocimiento de los servicios de información, sabiendo que estaban siendo reclamados por las autoridades Italianas?.

Según el memorándum del ultraderechista Stefano Della Chiaie, el Almirante Carrero Blanco garantizó en una entrevista la protección a los fascistas italianos que desde 1970 se refugiaron en España. Esta entrevista tuvo lugar en la Presidencia del Gobierno en Septiembre de 1973, con la presencia de Valerio Borghese, "el príncipe negro", coordinador del fallido golpe de estado de 1970 en Italia.

Los fascistas italianos fueron financiados por el SECED y crearon la revista "Confidencial" que se editaba en la imprenta militar española. También utilizaron los servicios de Radio Exterior de España con la autorización de Carrero Blanco para hacer su propaganda fascista en todos los idiomas. El responsable de las emisiones en España era Vicenzo Vinciguerra. En declaraciones suyas al juez Casson, confirmó que muchos de los atentados criminales efectuados por ellos en Italia fueron ordenados por Licio Gelli, el jefe de la logia P-2.

2 Alberto Volo tiene desde hace tiempo una prestigiosa agencia de espionaje en las islas Canarias, donde se realizan cursillos de adiestramiento y preparación de personal.

3 Alonso Manglano es el hombre OTAN en España, después de su cese del CESID siguió ocupando el cargo de Autoridad Nacional de Seguridad (ANS) y la responsabilidad de la Habilitación de Seguridad y Registro de la OTAN en España, departamentos adscritos al CESID al frente de los cuales se encuentra el coronel Antonio Urquía.

4 El Centro Superior de Estudios de la Defensa es una institución dependiente del Ministerio de la Defensa donde se efectúan cursos de especialización, sobre todo, referentes a la inteligencia. Por él han pasado todos los militares de Estado Mayor y los máximos responsables de los servicios secretos desde la época de Carrero Blanco. A sus cursos también pueden asistir civiles previamente seleccionados.

5 Hoy en 1996 todavía seguimos sin saber absolutamente nada.

6 La Red Gladio podía y puede disponer de ingentes cantidades de material militar convenientemente camuflado en diversos lugares de Europa. En enero de 1996 se supo que los EE.UU. habían enterrado gran cantidad de armas, municiones y explosivos en 79 puntos no determinados del estado austriaco. Los expertos creen que cada uno de esos depósitos, realizados en la década de los cincuenta, podría abastecer perfectamente a 150 combatientes anticomunistas. Estos refugios contienen también cierta cantidad de oro. El Mundo, 23-1-1996.

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