UNA CONSULTA CON LLOYD GEORGE

Publicado el 14 de marzo de 2022, 12:19

Los papeles secretos del Gabinete de Guerra Británico están hoy disponibles y registran los argumentos utilizados por Thompson para inducir al gobierno británico a adoptar una política pro-bolchevique. El primer ministro británico era David Lloyd George. Las maquinaciones privadas y políticas de Lloyd George rivalizaban con las de un político de Tammany Hall – aunque mientras vivió, y por décadas después, los biógrafos no pudieran, o no quisieran, desentrañarlas. En 1970, Donald McCormick con su The Mask of Merlin (La Máscara de Merlín) levantó el velo del secreto. McCormick demuestra que, para 1917, David Lloyd George se había metido “demasiado profundamente en la maraña de las intrigas internacionales armamentistas como para ser un agente libre” y que estaba obligado a Sir Basil Zaharoff, un mercader internacional de armas cuya considerable fortuna había sido amasada vendiendo armas a ambos contendientes en varias guerras {[5]}.

Zaharoff detentaba un enorme poder detrás de bambalinas y, de acuerdo a McCormick, era consultado en materia de políticas bélicas por los líderes Aliados. En más de una ocasión, dice McCormick, Woodrow Wilson, Lloyd George, y Georges Clemenceau se reunieron en la casa de Zaharoff en Paris. McCormick afirma que “estadistas y líderes Aliados estaban obligados a consultarlo antes de planear cualquier gran ataque”. De acuerdo a McCormick, la inteligencia británica “descubrió documentos que incriminaban a sirvientes de la Corona como agentes secretos de Sir Basil Zaharoff “con el conocimiento de Lloyd George” {[6]}. En 1917 Zaharoff mantenía relaciones con los bolcheviques. Se había empeñado en desviar munición para ponerla fuera del alcance de los anti-bolcheviques y ya había intervenido a favor de los bolcheviques tanto en Londres como en París.

Hacia fines de 1917, pues – por la época en que Lamont y Thompson llegaron a Londres – el primer ministro Lloyd George estaba en deuda con poderosos intereses del armamentismo internacional que, a su vez, estaban aliados a los bolcheviques y los asistían para extender su poder en Rusia. El primer ministro británico que se reunió con William Thompson en 1917 no era un funcionario libre; Lord Milner representaba al poder detrás del escenario y, como lo sugiere el epígrafe de este capítulo, estaba favorablemente inclinado hacia el socialismo y hacia Carlos Marx.

Los documentos “secretos” del Gabinete de Guerra reproducen el “relato del primer ministro sobre una conversación con el Sr. Thompson, un norteamericano regresando de Rusia, {[7]} y el informe redactado por el primer ministro para el Gabinete de Guerra después de haberse reunido con Thompson {[8]}. El documento dirigido al Gabinete dice lo siguiente:

El primer ministro informó sobre una conversación sostenida por él con un Sr. Thompson – un viajero norteamericano y un hombre de considerables medios – quien acababa de regresar de Rusia y quien había transmitido una impresión de los acontecimientos en dicho país algo diferente de lo generalmente creído. La esencia de sus comentarios es que la Revolución está para quedarse; que los Aliados no se habían mostrado lo suficientemente amigables con la Revolución; y que los Sres. Trotzki y Lenin no estaban pagados por Alemania, siendo el segundo de los nombrados un profesor bastante distinguido. El Sr. Thompson agregó que los Aliados deberían hacer en Rusia una propaganda activa, llevada a cabo por alguna clase de Consejo Aliado compuesto por hombres especialmente seleccionados al efecto. Más allá de ello, consideró que, en general, teniendo en cuenta el carácter del gobierno ruso de facto, los distintos gobiernos aliados no estaban debidamente representados en Petrogrado. En opinión del Sr. Thompson era necesario que los Aliados se diesen cuenta de que el ejército ruso y el pueblo estaban fuera de la guerra y que los Aliados tendrían que elegir entre una Rusia amiga o una Rusia neutralmente hostil.

Se discutió la cuestión de si los Aliados no deberían cambiar su política para con el gobierno ruso de facto, afirmando el Sr. Thompson que los bolcheviques eran antialemanes. En este contexto Lord Robert Cecil señaló las condiciones del armisticio entre los ejércitos ruso y alemán que permitían, entre otras cosas, el comercio entre ambos países y el establecimiento de una Comisión Compradora en Odessa, estando todo el arreglo obviamente dictado por los alemanes. Lord Robert Cecil expresó su punto de vista en cuanto a que los alemanes intentarían continuar el armisticio hasta que el ejército ruso se hubiese disuelto.

Sir Edward Carson leyó un comunicado firmado por el Sr. Trotzki (sic) que le había sido enviado por un ciudadano británico, gerente de la filial rusa de la Vauxhall Motor Company, quien acababa de regresar de Rusia [Documento G.T. — 3040]. Este informe indicaba que la política del Sr. Trotzki era ostensiblemente y en toda medida, más hostil hacia la organización de una sociedad civilizada que pro-alemana. Por otra parte, se sugirió que una actitud asumida de este tipo no era de ningún modo inconsistente con la posibilidad de que Trotski fuese un agente alemán cuyo objetivo era el de arruinar a Rusia para que Alemania pudiese hacer en ese país lo que le plazca.

Después de escuchar el informe de Lloyd George y los argumentos que le servían de base, el Gabinete de Guerra decidió acompañar a Thompson y a los bolcheviques. Milner tenía un anterior cónsul en Rusia — Bruce Lockhart—listo y esperando partir. Lockhart fue puesto en antecedentes y enviado a Rusia con instrucciones de trabajar formalmente con los soviéticos.

La exhaustividad del trabajo de Thompson en Londres y la presión que fue capaz de ejercer sobre la situación quedan sugeridos por los informes subsiguientes que llegaron a manos del Gabinete de Guerra provenientes de fuentes auténticas. Estos informes ofrecen una visión bastante diferente de Trotsky y los bolcheviques del presentado por Thompson y aún así terminaron siendo ignorados por el Gabinete de Guerra. En Abril de 1918 el general Jan Smuts le informó al Gabinete de Guerra su conversación con el general Nieffel, el titular de la misión militar francesa quien acababa de regresar de Rusia:

Trotski (sic) ... es un rufián consumado que puede no ser pro-alemán pero que es enteramente pro-Trotski y pro-revolución y no se le puede confiar de manera alguna. Su influencia queda demostrada por el modo en que ha conseguido dominar a Lockhart, a Robins y al representante francés. Él (Nieffel) aconseja gran prudencia en tratar con Trotski de quien admite que es el único hombre competente en Rusia {[9]}.

Varios meses más tarde estuvo en Londres, Thomas D. Thacher, un abogado de Wall Street y otro de los miembros de la Misión de la Cruz Roja Norteamericana a Rusia. El 13 de Abril de 1918 Thacher le escribió al embajador norteamericano en Londres a los fines de informarle que tenía un pedido de H. P. Davison, un socio de Morgan, “para entrevistar a Lord Northcliffe” con el objeto de tratar la situación en Rusia y luego ir a Paris “para otras conferencias”. Lord Northcliffe estaba enfermo y Thacher le dejó a otro socio de Morgan, Dwight W. Morrow, un memorándum a serle entregado a Northcliffe cuando éste regresara a Londres {[10]}. Este memorándum no sólo hacía sugerencias explícitas sobre política rusa que apoyaban la posición de Thompson sino que incluso afirmaba que “al gobierno soviético se le debería dar la una asistencia más plena en sus esfuerzos por organizar un ejército revolucionario de voluntarios”. Las cuatro propuestas principales de este informe de Thacher son:

Primero y principal .... los Aliados deberían desanimar una intervención japonesa en Siberia

En segundo lugar, al gobierno soviético se le debería dar la más plena asistencia en sus esfuerzos por organizar un ejército revolucionario de voluntarios

Tercero, los gobiernos Aliados deberían dar su apoyo moral al pueblo ruso en sus esfuerzos por vertebrar sus propios sistemas políticos, libres de la dominación de cualquier potencia extranjera ...

En cuarto término, hasta el momento en que un conflicto abierto se produzca entre el gobierno alemán y el gobierno soviético de Rusia, habrá oportunidades para la penetración comercial pacífica por parte de las agencias alemanas en Rusia. Hasta que no se produzca un quiebre abierto, probablemente será imposible de evitar ese comercio. Por lo tanto, se deberían tomar medidas para impedir, en la medida de lo posible, el transporte de granos y de materias primas de Rusia a Alemania {[11]}.

[5] )- Donald McCormick, The Mask of Merlin (London: MacDonald, 1963; New York: Holt, Rinehart and Winston, 1964), p. 208. La vida personal de Lloyd George's ciertamente lo dejaría expuesto a chantajes.

[6] )- Ibid. La cursiva es de McCormick.

[7] )- British War Cabinet papers, no. 302, sec. 2 (Public Records Office, London).

[8] )- El memorandum escrito que Thompson le entregó a Lloyd George y que se convirtió en la base para el informe al Gabinete de Guerra se halla disponible en archivos norteamericanos y se reproduce íntegramente en el Apéndice 3.

[9] )- War Cabinet papers, 24/49/7197 (G.T. 4322) Secret, 24 de Abril de 1918

[10] )- La carta está reproducida íntegramente en el Apéndice 3. Es de destacar que hemos identificado a Thomas Lamont, a Dwight Morrow y a H. P. Davison como personas íntimamente involucradas en desarrollar una política hacia los bolcheviques. Todos eran socios de la firma J.P. Morgan. Thacher estaba con el estudio jurídico Simpson, Thacher & Bartlett y era un íntimo amigo de Felix Frankfurter.

[11] )- El memorándum completo está en: Departamento de Estado de los EE.UU. Decimal File, 316-13-698

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