CAPÍTULO SIETE El ordenador central de Sion

Publicado el 18 de abril de 2022, 0:00

Sin duda, las redes de la casa de Rothschild estaban detrás de Adolf Hitler y del ascenso del Partido Nazi en Alemania, el feudo de los Rothschild. Los Rothschild utilizaron la simpatía del público con los judíos perseguidos por los nazis para insistir en una tierra natal en Palestina. Éste fue el supuesto motivo la dación del sionismo Rothschild, pero sólo era uno de ellos. Tal y como he mostrado en The David Icke Guide to the Global Conspiracy (and how to end it y otros libros la campaña para imponer un estado Rothschild en «Palestina se remonta por lo menos a principios del siglo xix y probablemente antes la adquisición de Palestina recibió un gran impulso con la Declaración Balfour en 1917, cuando el secretario británico de Asuntos Exteriores, lord Arthur Balfour, declaró en una carta el apoyo de su gobierno al establecimiento de una patria judía en Palestina. Balfour -un miembro de la selecta sociedad secreta llamada Mesa Redonda- envió esta carta al barón (Walter) Rothschild, que financiaba la Mesa Redonda, cuyo núcleo incluye hoy en día el Instituto Real de Asuntos Internacionales, el Consejo de Relaciones Exteriores, la Comisión Trilateral y el Grupo Bilderberg (figura 42).

Todas estas organizaciones pertenecen a los Rothschild. Balfour escribió:

 

Foreign Office 2 de noviembre de 1917

 

Apreciado Sr. Rothschild,
Tengo el placer de trasmitirle, en nombre del Gobierno de Su Majestad, la siguiente declaración de solidaridad con las aspiraciones de los sionistas judíos que ha sido presentada y aprobada por el Gabinete. El Gobierno de Su Majestad está a favor de establecer en Palestina un hogar nacional de los judíos, y realizará sus mejores esfuerzos para facilitar la consecución de este objetivo, y desea dejar claro que no hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, ni los derechos ni el estatus político de los judíos en cualquier otro país.

Le agradecería que enviara esta declaración a la Federación Sionista.

 

Atentamente,
Arthur James Balfour.

 

La declaración Balfour fue una carta intercambiada entre dos miembros de la misma selecta sociedad secreta en la que Rothschild dictaba lo que figuraba en ella, y parte del trato fue que, a cambio de su apoyo público a una Palestina «judía» (Rothschild), los Rothschild garantizarían la entrada deEstados Unidos en la Primera Guerra Mundial, que lograron por medio de Woodrow Wilson, su presidente títere. Los Rothschild patrocinaron a los primeros pobladores de Europa para reubicarse en la Palestina de posguerra. Algunos fueron financiados por el barón Edmond de Rothschild, de la rama parisina de la dinastía, inclusive los dos asentamientos originales en Israel, Rishon LeZion en Tel Aviv y Zikhron Ya’akov en Carmel. A mediados de 1930, los Rothschild habían comprado 123.000 hectáreas de tierra y 40 asentamientos, y han seguido haciéndolo hasta nuestros días. La mayoría de los judíos que fueron embarcados a Israel tras la Segunda Guerra Mundial no querían ir. Gabril Kolko es un historiador judío que en 1949 trabajó en un barco que trasportó a los pobladores judíos a Israel, y en un artículo para Counterpunch dijo:

 

Alguien que dirigía un campo de desplazados en Alemania me dijo que la amplia mayoría de los judíos quería ir a cualquier lugar menos a Palestina. Estaban obligados a ir a Palestina, de lo contrario se arriesgaban a no recibir ninguna ayuda. Comprendí claramente que había muchos problemas en los incontables pueblos y hogares árabes que vi destruidos, y que todo el proyecto sionista -al margen de la naturaleza corrupta de la oposición árabe a éste- era una peligrosa farsa.

 

Los Rothschild también armaron y patrocinaron a los grupos terroristas que bombardearon Israel en 1948. Esta campaña de asesinato y terror obligó a 800.000 palestinos a abandonar la tierra donde nacieron. El mundo simplemente observó -como sigue haciendo actualmente- porque Israel es una ley en sí misma y no contempla términos como justicia, equidad, consideración y misericordia. En el 2009, el Ministerio de Educación israelí anunció su plan de destruir un pasaje de sus libros de Historia que califica de
«limpieza étnica» las expulsiones en 1948. El Ministerio dijo, tras realizar los cambios pertinentes, que volvería a editar el libro de texto de Historia que se enseñaba en las escuelas secundarias. Por lo visto, el pasaje que ofendía a estos censores era el siguiente: «Los países palestinos y árabes argüían que la mayoría de los refugiados eran civiles que habían sido atacados y expulsados de sus hogares por fuerzas judías armadas, que imponían una política de limpieza étnica». Eso es precisamente lo que era y sigue siendo, pero, por lo que más quieras, no dejes que los niños israelíes conozcan la verdad. Este ofensivo pasaje es suave en comparación con lo que realmente ocurrió. En abril de 1948, los miembros del grupo terrorista Irgun, liderado por el futuro primer ministro israelí Menachem Begin, y otro grupo terrorista israelí, el Stern Gang, liderado por el futuro primer ministro israelí Yitzhak Shamir, masacraron entre cien y doscientos hombres, mujeres y niños palestinos mientras éstos dormían en el pueblo de Deir Yassin. Posteriormente, unos camiones con altavoces anunciaron a los palestinos que también serían asesinados si no se iban inmediatamente. Dado que conservaban fresco el conocimiento de Deir Yassin, los palestinos sabían lo que querían decir los israelíes y por eso 800.000 huyeron de su tierra natal. ¿Quiénes estaban detrás de todo esto? ¿Quiénes fueron los maestros que respaldaban a estos terroristas israelíes? Los Rothschild.

Israel es el Estado de los Rothschild, y resulta muy apropiado que ellos financiaran la construcción del Parlamento israelí, el Knessset, y la Corte Suprema de Israel. Shimon Peres, el presidente israelí, dijo acerca de los Rothschild: «Jamás una familia ha donado tal cantidad de su riqueza a la construcción del Estado de Israel». Pista rodaja de tierra llamada Israel, que puede recorrerse en coche en un solo día, surge una y otra vez en la historia de la tiranía y la manipulación del mundo porque la casa de Rothschild la posee y la controla. Los Rothschild impusieron su símbolo, el hexagrama o «estrella de David» al Estado de Israel. Muchas personas querían la «menorá» en la bandera, el candelabro de siete brazos que ha sido símbolo del judaísmo durante mucho tiempo, pero como es la Tierra de los Rothschild, siempre se salen con la suya. Algunos señalaron con acierto que el hexagrama no era un símbolo judío, sino que se utilizaba para simbolizar una antigua deidad llamada «Moloc», para quien los niños eran (y siguen siendo) sacrificados. Hablaré sobre ello más adelante. En el 2006, durante la guerra israelí-libanesa, el escritor israelí Barry Chamish habló de una reunión que había tenido con el banquero nieto de Evelyn Rothschild que «había abandonado la familia para ser un mormón». En realidad, el dinero de los Rothschild estableció la iglesia mormona, que fue creada por los masones Joseph Smith, Hiram Smith y Brighman Young, todos pertenecientes a linajes. La Sociedad Watchtower o testigos de Jehová es, como los mormones, otro frente de los Rothschild creado por los masones Charles Taze Russell y Joseph Franklin Rutherford. Las dos organizaciones están comprometidas con la introducción de un «Nuevo Jerusalén» llamado «Sion». Éste es el verdadero significado del «Sion-ismo»: un «Nuevo Jerusalén», un Nuevo Orden Mundial de completa esclavitud. Chamish afirmó que el nieto de Rothschild le había dicho que sólo siete familias disfrutaban de los «frutos de la guerra» en el Líbano. El nieto dijo acerca de los Rothschild: «Ellos crearon Israel como su juguete particular. Los enriquece y les da más control. No va a ser destruido». Existen muchos motivos por los que los Rothschild y sus aliados querían secuestrar Palestina, y uno de ellos era para mantener Oriente Medio en un estado trastornado y caótico en el cual finalmente pueda propiciarse una guerra para dar comienzo a una dictadura mundial. La creación de Israel es un medio, no un fin, y los Rothschild estarán encantados de abandonar a su suerte al pueblo judío si eso encaja con su objetivo. Después de todo, ya lo han hecho antes.

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