Rodeado de buenos amigos

Publicado el 25 de abril de 2022, 20:14

Se dice a menudo que la corte española es "una corte sin cortesanos”, y es cierto que los reyes nunca han sido demasiado amantes de aliarse con la aristocracia. En lugar de esto, han preferido empresarios, banqueros y nuevos ricos en general. Las amistades de la reina, fuera de su querido Rostropovic y de Alfonso Armada, son poco conocidas. Salía mucho con la esposa del constructor Mario Caprile. De las del rey se ha hablado mucho más. Al margen de Manolo Prado y Mario Conde (que son dos casos muy especiales), de todos los "tutores" (Torcuato Femández Miranda, Mondéjar, Armada, Sabino Fernández Campo...), y de sus colaboradores políticos (Puig de la Bellacasa, Nicolás Franco, etc.), se va de copas y habla de cosas de hombres con dos grupos o clanes de amigos, que tienen en común el hecho de dedicarse a "sus negocios" de una manera que muchas veces les ha llevado ante los tribunales. En primer lugar, destaca el conocido como "clan de Las Cuatro Estaciones", nombre del restaurante de Miguel Arias, situado en la calle General Ibáñez del Ibero 5, donde Arias tiene, además, un apartamento que el rey también frecuenta. En este grupo de amigos estaban, entre otros, Miguel Arias, Joaquín Vázquez Alonso y Cardenal Pombo. Aparte de reunirse para comer, hacían negocios juntos, sobre todo en el sector inmobiliario, en el que tenían muchos asuntos turbios. Algunos también se vieron implicados en la trama Ibercorp. Los asuntos de unos están tan mezclados con los de otros, que resulta realmente complicado explicar el historial de cada uno de ellos por separado. Para centrar un poco a los personajes, que después irán saliendo cuando tratemos, a lo largo del capítulo, algunos episodios concretos, por el momento tendremos bastante con unos breves apuntes.

Miguel Arias es el propietario de la estación de esquí de Navacerrada, y tiene además varios restaurantes en Madrid y en Mallorca. Pero también participa en negocios inmobiliarios y le gusta jugar a la bolsa sin riesgo. Jaime Cardenal Pombo es socio de Arias en el restaurante Las Cuatro Estaciones y fue, además, socio de Borja Prado (hijo de Manuel Prado, el amiguísimo del rey), en el sector armamentístico. Joaquín Vázquez Alonso fue el constructor que remodeló en su día el palacio de La Zarzuela, y socio de Cardenal Pombo y de Miguel Arias Molino en varios negocios inmobiliarios. Próximo a este grupo de amigos, estaba Francisco Sitges, ex-presidente de Asturiana de Zinc, y ex-propietario de los astilleros Mefasa. Merced a su amistad con el rey, Mefasa recibió la adjudicación del Patrimonio del Estado para construir el segundo yate Fortuna. Pero Sitges estaba tan bien relacionado que en Mefasa también se construyeron el Blue Legend, de Javier de la Rosa, y el Alejandra, de Mario Conde. Mefasa acabó siendo mayoritariamente de Conde, que cuando entró en declive lo arrastró consigo, y lo llevó a la quiebra y al banquillo de los acusados.

Otro sector de amigos del rey completamente diferente es el clan de Mallorca, mucho más aristocrático. Una de las figuras clave de este grupo es el príncipe Zourab Tchokotua, "Zu" para los amigos, un aristócrata georgiano que Juan Carlos había conocido en el internado de Friburgo. A este personaje el rey le debe favores importantes. Fue Tchokotua quien, en 1973, hizo de intermediario para que la Diputación Provincial de Mallorca cediera a Juan Carlos el palacio de Marivent, de manera totalmente gratuita, siguiendo el modelo de las cesiones que en su día hicieron a Alfonso XIII distintas poblaciones. El edificio pertenecía, por donación del coleccionista de arte griego Juan de Saridakis, a la Diputación. Pedro Salas, un adinerado prohombre del franquismo, que había sido presidente de la Diputación y suegro de Tchokotua, casado con Sara Salas, convenció al organismo oficial de que lo cediera al futuro rey para que lo disfrutara durante sus vacaciones.

Al margen de estas gestiones, Tchokotua es conocido desde que en 1978 un juzgado mallorquín ordenó su procesamiento e ingreso en prisión en relación con una presunta estafa inmobiliaria. En septiembre de 1992 se sentó de nuevo en el banquillo con una acusación similar junto con su socio Oliver Matan, otro amigo de Juan Carlos del clan de Mallorca. Pero estas menudeces no han conseguido que se rompa su amistad con el monarca. "Zu" fue para Juan Carlos un relaciones públicas excelente. En su casa organizaban cenas a las cuales asistían, junto con el rey, Manuel Prado, Javier de la Rosa, Jaime Enseñat, el multimillonario argentino Carlos Perdomo, Rodolfo Bay (presidente de la compañía Spantax, muerto en accidente de tráfico), Bartholomew Tummy Beslard (cónsul de los EEUU en Palma), Giovanni Agneli (el rey de la Fiat) o Raul Gardini, ex-presidente de Montedison, la empresa química más importante de Europa, al que Juan Abelló vendió su laboratorio Antibióticos con la ayuda de Mario Conde. El rey fue fotografiado con él y con Agnelli el 7 de agosto de 1990 en Puerto Portales, pocos años antes de que se suicidara, en 1994, al ser implicado por los jueces italianos en asuntos de corrupción.

En el mismo círculo de amigos hay un grupo selecto de empresarios hosteleros: José Escaño (dueño del restaurante San Marino), Alejandro Arroyo (cuñado de Mario Conde, y propietario del restaurante El Capricho, en Puerto Portales), y José Oliver Rodríguez (propietario de varias discotecas). Y también en este entorno Juan Carlos entró en contacto con Marta Gayá, una decoradora catalana muy amiga de Marieta Salas, la mujer de "Zu", con quien vivió una larga aventura, y mentora de José Luis de Villalonga cuando éste escribió su biografía autorizada del rey.

También presume de su amistad con el monarca en Mallorca Pedro Serra. Serra explica con orgullo que una vez que no se encontraba bien y no pudo asistir a una de las recepciones que en verano organizan en Marivent, Juan Carlos preguntó. "¿Dónde está el amo de Mallorca?" Y es que a Sierra se le conoce popularmente como el Ciudadano Kane de esas islas. Tiene un grupo empresarial, Grupo Serra, que controla el 90% de la información en la comunidad autónoma: los diarios Ultima Hora, Diario de Baleares (cuya cabecera y patrimonio inmobiliario compró por un precio irrisorio a la cadena de medios de comunicación del Movimiento), Mallorca Daily Bulletin y Mallorca Magazin, todo el accionariado del semanario Sóller y una importante participación en otras publicaciones de la "parte foránea"; emisoras radiofónicas (como Ultima Hora-Radio y Top-Radio); la adjudicación de las emisiones locales de Antena 3 y la televisión local Telenova. Como al monarca no le faltan amigos, la lista sería inacabable si contáramos todos los que han hecho méritos para tener tal título.

Cuando Juan Carlos cumplió 50 años, un grupo de catalanes con posibles le regalaron un Porsche Carrera de 24 millones. Entre ellos estaba Javier de la Rosa, Alberto Folch, José María Esteve, Mariano Puig y Pedro Mir. El grupo fue recibido en palacio para entregar el regalo. Alucinaron con el garaje. La casa BMW regala al rey todos los modelos de alta cilindrada cuando salen al mercado. Estos obsequios no entran en su declaración de la renta.

Dentro del sector de la realeza, uno de los mejores amigos del rey es Simeón de Bulgaria, que ha actuado muchas veces de intermediario o embajador personal de Juan Carlos ante otros reyes, como Hassan de Marruecos, amigo personal suyo, o Hussein de Jordania. Y, desde luego, Karim Aga Khan, el príncipe ismaelita a quien cada pocos años sus fieles entregaban su peso en oro, y a quién el rey Juan Carlos conoció, como a "Zu", en el internado de Friburgo. Actualmente veranea de manera asidua en Mallorca, donde se ven a menudo.

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