La dinastía de los Rothschild está controlada por los satánicos magos negros de la familia que saben cuál es la realidad y cómo pueden manipular la energía y la percepción del ser humano. Saben que el dinero, como todo lo demás, es energía, y a fin de explotar este conocimiento han creado el sistema financiero. Las personas hablan de los «flujos monetarios», pero en realidad son flujos de energía, y los Rothschild han creado una construcción energética que garantiza que la energía del dinero fluya en su dirección. A esta construcción la llamamos «sistema económico» o «economía» y al parecer consiste en los bancos, las entidades financieras, los mercados de valores y otras formas de comercio; pero todas estas entidades sólo son puntos de acupuntura sobre los meridianos del dinero, que se aseguran de que la riqueza del mundo fluye en dirección a los linajes. Por eso los Rothschild no cuentan su riqueza en millones o billones, sino en múltiples trillones y más. Dado que controlan la construcción energética que llamamos sistema económico, controlan más dinero que todos los gobiernos del mundo juntos. Para los Rothschild, es como observar miles de millones de ríos y canales que vierten agua constantemente en un enorme lago que crece cada hora. Por «agua» léase «dinero», y por «dinero» léase «energía», es decir, fuerza vital. El dinero es un medio para intercambiar energía. Crean dinero y lo hacen circular por la sociedad, pasando de una persona a otra, y sin saberlo, cada persona deja la huella de su propio campo de energía en el campo de energía del dinero. Cuando roban dinero, lo que roban es nuestra fuerza vital. Yo mismo he experimentado este fenómeno en primera persona. Si una persona A aporta energía en forma de trabajo para una persona B, entonces la persona B puede corresponderle con su trabajo o bien equilibrar la interacción energética con dinero. Cuando no tiene lugar este intercambio de forma justa y equilibrada, alguien está dando más energía de la que está recibiendo. El sistema económico se ha ideado específicamente para hacer de eso la norma en el intercambio energético entre la sociedad y los pocos de la élite. Ante todo, la mayoría de las personas reciben el mínimo sueldo que el empresario puede ofrecer para obtener los servicios de alguien a quien necesita. La mayoría de las personas ni siquiera tiene una devolución justa por sus contribuciones diarias de energía, y ése es el objetivo. Sin embargo, sólo es el principio. Los ingresos básicos -la energía recibida por la energía dada- se ven luego sujetos a una extensa lista de vampiros, en particular los llamados «impuestos» e «intereses». Actualmente el alcance de los impuestos es extraordinario, por ejemplo con el impuesto sobre la renta, el impuesto sobre el valor añadido, los impuestos municipales o estatales, el impuesto de sucesiones, el impuesto sobre vehículos, etcétera, y constantemente se añaden nuevos impuestos. El impuesto sobre el valor añadido es sencillamente una multa por gastarnos nuestro propio dinero, mientras que el impuesto de sucesiones es un impuesto sobre dinero al que ya se le han descontado impuestos. He aquí una lista de los impuestos que se cobran en Estados Unidos -ni mucho menos completa- obtenida de whatistaxed.com:
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